Para poder prevenir y evitar un avance rápido de los daños en el riñón es necesario tener en cuenta cuáles son los síntomas que indican de la aparición de una insuficiencia renal crónica. Si se detectan pronto, se podrán tomar las medidas oportunas para retrasar su evolución. Entre esos síntomas se encuentran los cambios en la micción como pueden ser el incremento de la necesidad de orinar -sobre todo por la noche- o el cambio en el color de la orina hacia un tono pardo o rojizo. Asimismo, también son síntomas la hipertensión; la hinchazón en los párpados, pies, tobillos o manos -por la acumulación de líquidos que el riñón enfermo no logra eliminar-; la fatiga y la sensación de falta de aliento; los picores en la piel; el sabor metálico en la boca; las náuseas y los vómitos; o los mareos.