El coronavirus, cuyo volumen de personas infectadas en España ya se contabiliza en miles, deja un escenario en el que el abastecimiento se ha convertido en una acción prioritaria. Pese a las constantes llamadas de tranquilidad de las principales cadenas de supermercados, las imágenes de estanterías vacías y los carteles que anuncian el fin de existencias de determinados productos en grandes superficies se suceden sin descanso durante las últimas horas.

Y es que, como coinciden en señalar numeros expertos, la «escasez percibida» del pánico acaba por transformarlo en real. Por ello, con el objetivo de «poner un poco de calma» y asesorar sobre qué tipo de alimentos es aconsejable consumir en caso de aislamiento, el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (Codinucova) ha facilitado unas pautas para crear una despensa óptima ante una posible cuarentena.

Productos no perecederos

La entidad nutricional aconseja comprar productos no perecederos o, en su defecto, que hayan sido sometidos a «procesos que alarguen su vida útil». Es el caso de las legumbres o verduras enlatadas, así como aquellas que puedan adquirirse en crudo „legumbres secas o arroz„ o, a su vez, conservas como sardinas, atún o moluscos, preferiblemente enlatados en aceite de oliva virgen.

En el caso de optar por las opciones frescas, «nos encontramos con hortalizas que aguantan mucho y muy bien el paso del tiempo», explica Paula Crespo, presidenta del colegio oficial.

De este modo, mejor optar por la col lombarda, las zanahorias, la col o las cebollas y evitar alimentos como el brócoli, la lechuga o el tomate. Además, es recomendable almacenar este tipo de productos fuera de la nevera, pues aumenta su durabilidad. Respecto a las frutas, los profesionales de la alimentación hacen especial hincapié en el consumo de aquellas piezas no climatéricas. Es decir, la fruta cuyo proceso de maduración finaliza tras la recolección, como las naranjas o las mandarinas. De este modo, plátanos, manzanas o peras, entre otras variedades, no ocupan un puesto preferente en la lista de la compra.

Criterios de durabilidad

«Se está haciendo mucho acopio de producto enlatado», afirma Paula Crespo, presidenta del organismo, que alerta que «tener tanta comida en casa hace que olvidemos que tenemos productos frescos». Y es que, aunque la durabilidad de este tipo de alimentos es más reducida, según señala Crespo, es importante no modificar la dieta. «La alimentación no tiene que ser diferente a la que ingerimos normalmente, por lo que no debemos abusar de carnes rojas o embutidos, por ejemplo, pues no son productos de primera necesidad».

En este sentido, puntualiza que «seguir una buena alimentación te predispone a tener unas defensas mejor preparadas», por lo que destaca el valor de la prevención. «Se respira un ambiente en el que hay que comprar lo que haya, estamos ante una emergencia sanitaria, pero no queremos una emergencia nutricional», afirma con rotundidad. Así, desde el colegio oficial que preside aconsejan reducir el consumo de pasta elaborada con harinas refinadas, pues se trata de «un alimento nutricionalmente superfluo que no aporta ni vitaminas ni minerales». No obstante, en caso de querer ingerirla, mejor si esta es integral.

En relación a los lácteos, desde el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana aconsejan su compra siempre que estos «hayan sido sometidos a procesos térmicos y estén pasteurizados», un requisito extensible a las bebidas vegetales de soja, almendra o arroz. En el caso de los yogures, la recomendación apunta a que no es óptimo adquirirlos en grandes cantidades, «pues requieren refrigeración y su almacenaje representa un obstáculo».

No a los procesados

El supuesto de una cuarentena ante la crisis vírica del Covid-19 implicaría, entre otras consecuencias, la reducción de la actividad física. Por ello, los especialistas en nutrición aconsejan la supresión de alimentos procesados, como la bollería, así como aquellos congelados ricos en sal o grasas de mala calidad, como la pizza o las frituras.

Por el contrario, existen alimentos saciantes que se presentan como una alternativa más saludable y que son buenas opciones para almacenar, como el grano de maíz, los encurtidos o los frutos secos. Otra de las pautas que recomiendan desde la entidad es realizar la compra siguiendo una lista y hacerlo desde la solidaridad. Según apunta Crespo, quien hace un «llamamiento a la calma», la compra excesiva de alimentos presenta dos alternativas y ambas negativas: «el desperdicio de comida o el sobreconsumo de alimentos».