Es el tema de la semana, del mes y, probablemente, del año. La expansión del coronavirus en España y en todo el mundo ha provocado un vuelco en la agenda global, hasta el punto de monopolizar toda su atención.

A día de hoy, es prácticamente imposible encontrar un ámbito social en el que no se hable de esta pandemia o de la situación futura que pueda ocasionar sobre la salud y la economía mundial, con una posible crisis económica en el horizonte. Sin embargo, los psicólogos recomiendan evadirse para rebajar la histeria creada y evitar que termine afectando a la salud.

Roger Muñoz, doctor en Psicología, profesor en la Universidad de Zaragoza y miembro del Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana, asegura que lo mejor es «conocerse a uno mismo y no bloquear el estrés, que en condiciones normales es bueno y natural». Para lograrlo, Muñoz aconseja «no magnificar la amenaza, acudir a las fuentes autorizadas y no estar todo el tiempo atento a las noticias», evitar la sobreinformación.

Sin llegar a caer en una situación de alarma, el doctor considera «natural» la respuesta de estrés que ha provocado el coronavirus en la sociedad: «Se da por una percepción de amenaza provocada por un virus nuevo que causa muertes y unas decisiones nunca antes vistas que se están tomando desde las Administraciones». Además, considera que «el foco puesto por los medios de comunicación en el tema activan nuestras emociones» y que «el ser humano es irracional por naturaleza».

En este caso, la respuesta más normal al estrés por parte de la población sería «anticiparse, protegerse y hacer caso», según Muñoz. Por contra, las actuaciones «menos normales» son los casos de histeria que se dan en algunos supermercados, donde mucha gente arrasa con las estanterías y hace acopio de productos en abundancia. En este punto, anima a «realizar compras más racionales», como una medida que ayude a controlar la histeria generalizada.

Con tal de controlar nuestras emociones y dejar de pensar en ello, los psicólogos recomiendan «distraerse»: «Hasta que no venga la ley, solo tenemos la conciencia personal y, con el tiempo, la gente empezará a saltarse las normas», asegura el profesor Muñoz, quien aboga por «no resistirnos, aceptar las cosas y aprovechar para hacer lo que antes no podíamos o no teníamos tiempo».

En caso de tener que guardar cuarentena o de dar positivo, las medidas a seguir son las mismas que en el resto de personas, aunque los psicólogos reconocen que el sentimiento de amenaza se vuelve «más cercano», pero recuerdan «el apoyo social externo que tienen» y les animan a «confiar en los profesionales sanitarios y a contactar con los psicólogos de emergencia» habilitados, con tal de evitar un trastorno de estrés post traumático.