Estas son las medidas de la Generalitat Valenciana ante el coronavirus

Estas son las medidas de la Generalitat Valenciana ante el coronavirus

Si tenía previsto salir a tomarse una caña este fin de semana, olvídese. El avance imparable de la pandemia global que está poniendo en jaque a Europa ha empujado al gobierno valenciano a adoptar medidas drásticas que hace escasos días se antojaban impensables. A partir de la medianoche del viernes, todos los establecimientos públicos y privados que acogen actividades culturales, deportivas y de ocio en la Comunitat Valenciana están obligados a bajar la persiana durante al menos 15 días. Así lo dicta el último decreto del Consell para contener la propagación y el contagio del coronavirus. Es momento de quedarse en casa.

La medida, que podría alargarse en el tiempo en función de la evolución del virus, fue anunciada ayer de forma solemne por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, después de la reunión de la Mesa Interdepartamental que da cabida a varias conselleries y horas antes de que el recuento oficial de víctimas mortales en suelo valenciano se elevara a tres, con 52 nuevos casos positivos de contagio en un solo día y un total de 148 activos.

La contundente orden adoptada por el ejecutivo autonómico se traduce en el cierre de cerca de 35.000 bares, restaurantes y otros negocios vinculados a la hostelería, un pilar de la economía valenciana que emplea a 187.325 personas y mueve una facturación de 11.961 millones anuales, el 6,4 % del PIB regional.

Con el interrogante de hasta cuándo durará la situación de excepción flotando en el ambiente, el anuncio extendió la incertidumbre como la pólvora entre los sectores afectados: discotecas, salas de baile y pubs, casinos, bingos, cines, teatros, centros culturales, museos, teatros, bibliotecas, salas de exposiciones, salas de cine, gimnasios y piscinas, junto a los establecimientos ubicados en zonas marítimo-terrestre (zonas turísticas) y todos los locales con butacas o asientos han de sumarse a la clausura de la actividad, de la que tampoco se libran, en la vertiente social, los centros ocupacionales, sociales y de día para personas con diversidad funcional, que también suspenden la actividad ambulatoria.

Una decisión inevitable

La decisión del Consell se hizo inevitable. El terreno estaba abonado, con la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno, los confinamientos masivos de población en Cataluña o Murcia, la llegada del fin de semana (que implica mayor afluencia en las calles) y la evidencia de que se estaban produciendo desplazamientos incontrolados a la Comunitat Valenciana de personas procedentes de otros territorios con un alto nivel de propagación donde se han adoptado medidas de cierre similares, como es el caso de Madrid. No había alternativa.

Tanto la Federación Empresarial de Hostelería como la Federación valenciana de Ocio pidieron medidas para paliar el impacto de las cuantiosas pérdidas que generará la pandemia en la actividad.

Dacosta y Camarena cierran temporalmente sus restaurantes en España

Dacosta y Camarena cierran temporalmente sus restaurantes en España

Durante dos semanas (como mínimo) también se han suspendido todos los espectáculos en la vía pública y espacios abiertos y las pruebas deportivas. Puig admitió que se está viviendo un escenario «muy complicado», pero llamó a la ciudadanía a no tener «más alarma de la necesaria» y a actuar «con conciencia, en un sentido de sociedad». El jefe del Consell desgranó el contenido nuevo decreto junto a la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, y los consellers de Educación, Vicent Marzà, y de Justicia, Gabriela Bravo, a la espera de nuevas acciones que puedan adoptarse en los próximos días. El cierre de actividades no incluye a los supermercados y tiendas, aunque ello no evitó que ayer se intensificaran las compras compulsivas de alimentos y otros productos de primera necesidad a lo largo y ancho de la C. Valenciana, con largas colas y problemas de desabastecimiento en algunos establecimientos. En los estancos se registraron avalanchas de compras en grandes cantidades.

Algunos gimnasios han decidido descontar a los clientes la parte proporcional de los abonos correspondiente a los días que permanezcan cerrados, mientras que muchos bares y restaurantes han reaccionado anunciando que únicamente servirán comidas para llevar a los clientes que así lo demanden. En ciudades como Alicante, los locales de ocio ya habían anunciado el cierre voluntario hoy. Lo propio hicieron varios cocineros de renombre que apelaron a la «responsabilidad». A falta de comprobar el grado de cumplimiento del decreto, el cierre masivo de locales dejará a lo largo de este fin de semana estampas atípicas con calles vacías y silenciosas habitualmente invadidas por el bullicioso tardeo. Toca refugiarse en casa.