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La Generalitat ayudará a las empresas a buscar proveedores alternativos a los de China

Otro de los nuevos servicios consistirá en hallar potenciales clientes en mercados dependientes de productos procedentes del gigante asiático

Descarga de contenedores en el puerto en una imagen de archivo. e. p.

El Institut Valencià de Competitivitat (Ivace) ha puesto en marcha dos nuevos servicios destinados a ayudar a las empresas a buscar alternativas a la pérdida de suministradores de productos de China y también para encontrar potenciales clientes en mercados dependientes de productos procedentes del país asiático. El primer caso tiene como objetivo reducir los efectos de la excesiva dependencia en el suministro de productos finales y bienes intermedios que el coronavirus ha destapado en tantas mercantiles de la autonomía. El segundo es una ventana de oportunidad, es decir abrir caminos para cubrir en otros mercados la demanda no satisfecha por la parálisis en que la epidemia ha sumido a China.

Las dos medidas se concretaron tras la reunión mantenida entre la Conselleria de Economía, la patronal CEV, las cámaras de comercio y las asociaciones sectoriales. La primera incluye un fichero para que las empresas con problemas de suministro de bienes intermedios registren los datos necesarios sobre productos para realizar la búsqueda. En base a esta ficha, Ivace consultará a nivel nacional e internacional proveedores que puedan dar respuesta a esa necesidad. El registro será gratuito en el primer semestre de 2020.

Servicio

El segundo servicio implicará identificar desde Ivace «nuevas oportunidades para los productos valencianos y ayudar a las empresas a encontrar nuevos clientes que estén buscando proveedores alternativos a China». Esta medida se desarrollará a través de una base de datos en la que las firmas valencianas podrán consultar las necesidades de países que dependían de China. Si el grado de dependencia para el producto de una compañía determinada es superior al 50 %, la firma podrá solicitar un servicio de identificación de importadores en ese mercado de forma gratuita. Si la dependencia es inferior a dicho porcentaje, las tarifas van de los 100 a los 150 euros en función del tamaño de la mercantil.

Estas medidas se producen a la par que comienzan a llegar noticias esperanzadoras desde China, aunque los resultados no se verán de forma inmediata. Y es que el país ha empezado a producir, tal como constatan el puerto de València y los empresarios.

Una imagen retrata de forma bastante clara el comercio marítimo entre València y China. Es la de la ruta que realiza un autobús de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Así funciona el tráfico portuario entre las dos zonas. Los barcos cubren una línea que abarca paradas en entre diez y veinte ciudades de todo el mundo, en las que cargan y descargan contenedores. Esa ruta, tal como explicaron a este diario fuentes oficiales de la Autoridad Portuaria de València (APV), puede tardar treinta días en completarse y en estos momentos los que pasan por China «no están cargando». Así que los megabuques que cubren ese itinerario están llegando al recinto del grao pero con menos contenedores. Muchos menos, habrá que precisar, dado que la fábrica del mundo, como se conoce al país asiático, fue el lugar de origen del Covid-19, el más castigado por la epidemia y entró a mediados de enero en una progresiva parálisis industrial que está infectando a la economía mundial.

Sin embargo, tanto la APV como los presidentes de la Cámara de Comercio de València, José Vicente Morata, y de la patronal autonómica CEV, Salvador Navarro, coinciden en que China ya ha empezado a producir. Un portavoz oficial del puerto explicó que lo que está llegando desde este país son contenedores que salieron hace aproximadamente un mes, cuando la parálisis en su producción no era aún tan radical a como llegó después. Por tanto, la recepción de mercancía en València «irá a peor y a finales de marzo notaremos claramente que aquel país se frenó en seco tras las celebraciones del año nuevo chino».

Existencias

No obstante, «las fábricas han vuelto a funcionar y, en cuanto generen suficiente producto, ya que los stocks se han agotado, volverán a exportar». La mejora en la llegada de mercancías está prevista para finales de abril y principios de mayo. «El problema lo tendrán los empresarios en el plazo de un mes», añaden. De ahí también que, como ha quedado dicho anteriormente, muchos industriales valencianos se apuren para encontrar proveedores alternativos. Morata dice que ya se están pidiendo fletes y el puerto añade que los barcos siguen llegando desde Italia, donde las trabas solo afectan a las personas.

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