El acceso a la energía segura y continua condiciona enormemente las posibilidades de desarrollo humano, social y económico. Un grupo de expertos participó el martes pasado en el desayuno organizado por Levante-EMV para difundir el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 7 de Naciones Unidas, que busca garantizar el acceso a la energía sostenible. España se ha comprometido a que en 2030 el 74 % de su mix energético esté compuesto por energías renovables. Ahora mismo hay una carrera por el despliegue de parques fotovoltaicos y eólicos, y los principales retos son su conexión a la red y el almacenamiento de la energía que producen. La serie de desayunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible cuenta con el patrocinio global de Facsa y Caixa Popular, y el número 7 ha contado con la colaboración especial de Opel Vara de Quart.

En la mesa de análisis participaron Empar Martínez Bonafé, directora general de Industria, Energía y Minas de la Generalitat Valenciana; Marcos J. Lacruz, presidente de la patronal de las energías renovables Avaesen; Antonio Torregrosa, director de la Fundación Valenciaport; Lucía Armiño, coordinadora en València de la Plataforma per un nou model energètic; Malú Barreda experta en energía y técnica de adquisiciones y nuevos negocios en Facsa; Maite Vela, delegada territorial de Red Eléctrica de España (REE) en la C. Valenciana; Ernesto Sanchis, gerente de Opel Vara de Quart; Enric Marco, representante del colectivo Cel Fosc; y Juan Sacri, socio fundador de Sapiens Energía. La mesa fue moderada por el director general de Relaciones Institucionales de Levante-EMV, Julio Monreal.

El moderador abrió la mesa recordando que el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 7 persigue conseguir una energía asequible y no contaminante por lo que necesita la implicación de la Administración, las empresas y la sociedad. Empar Martínez Bonafé incidió en que el primer reto pasa por que la eficiencia energética sea una realidad. «El kilovatio más limpio es el que no se consume», advirtió para subrayar la necesidad de apostar por un consumo eficiente alejado del despilfarro. Un segundo objetivo esencial para la Administración es garantizar la fiabilidad del suministro. «En la Comunitat Valenciana tenemos redes muy potentes si las comparamos, por ejemplo, con las de Estados Unidos. Hemos tenido la DANA en la Vega Baja y el temporal Gloria y no tuvo incidencias en el transporte de energía», subrayó Martínez Bonafé.

Maite Vela explicó que las comunidades autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica están trabajando en los planes para garantizar la eficacia de las redes con el despliegue de las renovables. «El encargo que tenemos desde la Unión Europea es reducir un 40 % respecto a los noventa las emisiones de efecto invernadero. El objetivo de España es que en el año 2030 el 74 % de la energía provenga de fuentes renovables. Hoy no llegamos al 40 %. En paralelo vamos a eliminar el consumo de carbón y la producción nuclear», indicó. Vela recordó el papel clave de REE porque transporta la energía y es el operador del sistema. La responsable en la C. Valenciana de REE recordó que la sociedad demanda energía a precio asequible y «eso se puede lograr con las renovables. Tenemos que trabajar en la integración de las renovables en el sistema para que se aproveche toda la energía que se produzca». La inversión en redes de distribución que se está acometiendo en España es de 3.000 millones de euros entre 2018 y 2022, y la mitad está destinada a las energías renovables. Vela subrayó que el gran reto es el almacenamiento, que se puede conseguir con plantas hidráulicas como la de Cortes-La Muela.

Marcos J. Lacruz aseguró: «Estamos viviendo una revolución energética que implica a las empresas de energía, al mundo financiero y a la Administración. Este fenómeno se ha producido por las consecuencias del cambio climático». El presidente de la patronal aseguró que España está «ante una ventana de oportunidad» que no puede dejar pasar porque los países que inviertan en renovables «serán líderes mundiales» en el despliegue de estas nuevas tecnologías.

El presidente de la patronal Avaesen subrayó que la fuente de energía más barata es la procedente de fuentes renovables. «Es clave incrementar la producción de renovables, pero tenemos problemas para su integración en la red de suministro. Es necesario aumentar la inversión en infraestructuras para poder cumplir con el objetivo del Gobierno para el año 2030», manifestó el presidente de la patronal de las renovables. Lacruz está convencido de que la «energía fotovoltaica es esencial para este cambio de modelo de producción de electricidad. En la Comunitat Valenciana tenemos mucho trabajo por hacer porque las renovables solo representan el 20 % de nuestra producción frente al resto de España que está en más del 40 %».

Un aspecto clave

Malú Barreda manifestó que en Facsa, empresa especializada en el ciclo integral del agua, generan electricidad a través del biogás que obtienen en sus plantas, de los saltos de agua y de instalaciones fotovoltaicas. «Para nosotros es muy importante la eficiencia energética, que implica reducir el consumo», puntualizó. Barreda destacó que las empresas dedicadas al tratamiento y depuración de las aguas consumen entre el 3 y el 4 % de la energía eléctrica que se produce en España por lo que para Facsa es esencial la eficiencia energética.

«Cualquier salto de agua, incluso el de los alcantarillados, puede utilizarse para generar electricidad por pequeño que sea. Además, en las depuradoras se genera biogás, que puede servir para producir electricidad o calor», subrayó Barreda. La experta en energía de Facsa admitió que «es muy importante mejorar la eficiencia energética. Eso requiere inversiones muy altas, que muchas veces no están al alcance de todos. Necesitamos colaboración de la Administración. Es necesario plantear medidas para reducir el consumo medio. Desde Facsa trabajamos para optimizar el uso de las energías renovables y rebajar el consumo eléctrico. Ahora son muy interesantes los proyectos fotovoltaicos porque los precios de las placas se han desplomado», señaló.

Juan Sacri, que participó en el debate en representación de Caixa Popular, insistió en que «para rebajar el precio hay que producir donde la vayamos a utilizar. Esto se va a ver favorecido con la fórmula de las comunidades energéticas y el decreto que favorece el autoconsumo». Sacri añadió que desde Sapiens Energía buscan impulsar las comunidades energéticas locales en el ámbito de la provincia de Valencia. «El éxito de nuestra propuesta es la proximidad», subrayó.

El Puerto de València ha hecho una apuesta decidida por las energías renovables. El director de la Fundació Valènciaport explicó que están trabajando para ser «cero emisiones» a partir de 2030. El puerto prepara la instalación de siete u ocho aerogeneradores en la terminal norte y una subestación eléctrica que proporcione energía a los barcos cuando están atracados para que no consuman gasóleo. «Si todo va bien, en 2023 tendremos la infraestructura para que los buques se puedan conectar», indicó Antonio Torregrosa. Además, el puerto de Gandia y la nueva terminal de MSC utilizarán energía 100 % renovable.

Coches eléctricos

El gerente de Opel Vara de Quart aseguró que la marca se va a convertir en la enseña de los vehículos eléctricos del grupo francés PSA. Ernesto Sanchís reconoció que al mercado del coche eléctrico le está costando arrancar con fuerza porque falta infraestructura de recarga. «Los fabricantes van todos hacia el coche eléctrico, pero los clientes todavía dudan. El gran problema es la autonomía, que está en un rango de entre 300 y 400 kilómetros», precisó.

Grandes parques

Otra de las preocupaciones de los expertos es el despilfarro energético que provoca la contaminación lumínica. Enric Marco, profesor y representante del colectivo Cel Fosc, incidió en la necesidad de preservar «el cielo oscuro porque es patrimonio de la humanidad. Tenemos un gran nivel de energía malgastada».

Lucía Armiño, coordinadora en València de la Plataforma per un nou model energètic, alertó del peligro de la proliferación de grandes parques fotovoltaicos porque choca con el derecho a la tierra y a la alimentación sostenible. «Es importante abrir la mente y pensar en lo realmente necesario para ganar en eficiciencia. Lo ideal es tener nuestras placas en casa, aunque la gente ha tenido dificultades por las trabas burocráticas».