P En primer lugar, ¿cuál es el sentir general del sector de los vendedores de prensa ante la crisis del coronavirus?
R De mucha incertidumbre. Había miedo por si se iba a recibir la prensa, las revistas... Ahora estamos preparando un documento por si, llegado el momento, las autoridades les pidieran en el traslado de sus casas al trabajo una acreditación. También hay incertiudmbre sobre cuánto tiempo tienen que estar así porque hay muchas cosas que pagar, y esto se añade a la crisis que está pasando el sector. La verdad es que es un momento muy delicado. Yo creo que en esta crisis, depende de lo que dure, puede que caigan varios puntos de venta y cierren.
P Los quioscos son unos de los establecimientos que pueden abrir en Estado de alarma, ¿cómo se toman esa responsabilidad?
R Por un lado, agradeces que te dejen abrir y que te consideren establecimiento de primera necesidad. Por otro lado, no entiendes que luego, sin embargo, seamos un sector que no estamos regulado para nada y, a la vez, que nunca recibamos ayuda por parte de la Administración. Los quioscos se ven en la situación de la responsabilidad de decidir qué hacen, a la vez que luego no saben si va a haber ayudas, porque, aunque abran, no están cubriendo algunos ni los gastos, y aún así están queriendo cubrir el servicio.
P ¿Qué relevancia cree que tienen los periódicos de papel en este contexto?
R Que nos hayan dejado como un establecimiento de primera necesidad es lo que demuestra que el papel prima sobre lo digital y que para nosotros es una forma de información más veraz. Información tienes en todos los sitios; sin embargo, se ha dicho que el papel es necesario.
P ¿Por qué es tan importante garantizar el acceso a la información?
R Es muy importante que en estos momentos esté toda la población bien informada. La gente de edad avanzada no tiene acceso a los medios digitales. Son los que más utilizan el papel y realmente tienen que estar informados. Son los que acuden realmente a los quioscos, aunque ahora pidan que se los lleven a casa o vaya otra persona a comprárselo. Es una forma de que todo el mundo esté informado.
P Además de la prensa, ¿qué otros servicios clave dan los quioscos?
R Mucha gente se siente arropada, ahora que está todo cerrado, al ver el quiosco abierto. Aparte de prensa y revistas, están comprando muchas cosas para entretener a los niños, recargas de telefonía o billetes de transporte público.
P En estas primeras jornadas de Estado de alarma, ¿cómo ha ido la venta de prensa?
R Nos han dicho en muchos puntos de venta que están vendiendo más. Hay editores que han decidido sacar más tirada a la calle para que los puntos de venta no se queden sin prensa.
P ¿Cuántos quioscos pertenecen a la asociación?
R Sobre unos 300.
P ¿Van a abrir todos durante el confinamiento?
R A fecha de hoy (por ayer), de los asociados, me han comunicado que cierran 32. Pero la verdad es que cada día están cerrando más. Solo abren por las mañanas y hay miedo. Hay asociados que ellos están perfectos pero que igual tienen alguien delicado en casa o mayor, y tienen miedo de transmitírselo a sus allegados.
P ¿Qué medidas de seguridad van a tomar para evitar posibles contagios?
R Lo lógico es que lleven mascarilla y guantes, y se les ha aconsejado que los clientes no se acerquen a menos de un metro y medio, y que controlen el aforo.
P ¿Qué mensaje quisiera usted lanzar a la ciudadanía en este momento?
R Que los quioscos están ahí, que apoyen al comercio pequeño, que el papel es la información hasta ahora más veraz que existe... y que todo pasará, que cuanto más responsables seamos más rápido pasará. Y, sobre todo, que se acuerden cuando todo esto acabe de que los quioscos siguen ahí y han estado en el momento más duro.
