El Ayuntamiento de València, a través de la concejalía de Comercio, no restringirá por el momento el acceso a los distintos mercados municipales de la ciudad, donde la afluencia está siendo mucho más escalonada que en grandes cadenas de supermercados, que sí se han visto obligadas a controlar el acceso a sus centros. «De momento la medida no es necesaria, pero si la situación cambiara, se estudiaría, siempre atendiendo a las recomendaciones de Sanidad», explican fuentes de la delegación que dirige Carlos Galiana.

Sin embargo, el consistorio sí ha editado una guía con recomendaciones para los clientes y vendedores, para frenar el avance del Covid-19. Las principales medidas se refieren al posible contacto entre vendedores y clientes, trasladando a ambos la necesidad de que usen guantes. A los clientes se les pide también que realicen las compras en solitario, sobre todo sin la presencia de niños, y que guarden un metro de seguridad entre ellos.

A los clientes de los mercados municipales se les recomienda también pagar con tarjeta, taparse con el codo cuando se tosa y utilizar guantes y tirarlos a la basura al terminar.

El Mercat, limitado

El ejemplo más vivo es el Mercat Central de València. Hay poca gente, muy poca, pero todo está abierto. Como el resto de mercados municipales de la ciudad, el gran zoco intenta mantener su normalidad. Está abierto, pero con las lógicas restricciones: sólo se puede entrar a comprar, no a hacer turismo; no se permite ir a adquirir productos en grupo, sólo de forma individual.

Y no está aconsejada la entrada de niños, personas mayores o grupo de riesgo por el coronavirus. Pero los hay obligatoriamente. Son clientes habituales que no tienen más remedio que bajar a la calle a comprar, porque no hay quien les compre.