La pandemia de coronavirus en la Comunitat Valenciana entró ayer en una nueva fase al dispararse el saldo de fallecidos: nueve personas más en un día. El Covid-19 deja ya en tierras valencianas un rastro de 13 muertos desde el 13 de febrero de 2020, fecha en la que falleció el primer infectado con coronavirus valenciano tras haber viajado a Nepal aunque no se supo hasta 19 días después. Con los 107 nuevos positivos detectados ayer, la cifra total de casos confirmados activos pasa a ser de 490 personas.

Con este balance, la Comunitat Valenciana, que hasta ahora mantiene una incidencia del virus baja, pasa a estar entre los territorios con más número de muertes por el coronavirus solo por detrás de aquellas zonas donde hace ya días que el virus está circulando libremente tras perderse el rastro de contagios: Madrid, País Vasco o regiones como Castilla La Mancha. El desfase entre las cifras del ministerio y las de la C. Valenciana hace difícil, sin embargo, una comparación clara. «Van a ser días muy complicados», advirtió ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló. Pese a que el número total de afectados, por ahora, no ha crecido exponencialmente -las pruebas se hacen ya solo a los casos graves en hospital, no a los leves-, la situación sí ha empeorado en lo que a gravedad se refiere: ya hay 135 personas ingresadas y 27 de ellas están graves en alguna Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) cuando el domingo eran solo 4.

«La curva va a ser ascendente, pero debemos estar tranquilos porque el sistema sanitario está preparado», insistió Barceló que actualizó el balance de afectados en una comparecencia junto al president de la Generalitat, Ximo Puig, tras reunirse con los síndicos de los grupos parlamentarios. «Mirando la experiencia de otros países va a ser una semana muy complicada por eso es fundamental cumplir las medidas» de confinamiento, añadió Puig.

Además de transmitir sus condolencias a las familias de los fallecidos -dos de ellos ancianos ingresados en la residencia de Torrent donde hay un brote con cincuenta casos activos-; Barceló reconoció que también había buenas noticias ya que 12 personas habían recibido ya el alta, y tanto ella como Puig avanzaron los pasos dados para preparar al sistema a lo que pueda venir.

Colaboración con la privada

Así, el president explicó que se estaba en contacto con la sanidad privada y se contaba ya con la «colaboración activa» de estos hospitales por si fueran necesarias sus camas. «Incluso puede haber algún centro acabado no en funcionamiento» que se podría usar, avanzó Puig que también nombró al sector hostelero y a la posibilidad de hacer «inversión directa» para solucionar el posible problema de falta de camas de hospitalización o UCI.

Para el otro gran problema, el de los recursos humanos, también se están tomando medidas. El ministerio va a permitir que se contrate a estudiantes de último año, alargar contratos a personal MIR y emplear a médicos que no tengan la especialidad, además de permitir que vuelvan los jubilados de forma voluntaria (facultativos por debajo de 70 años y personal de enfermería por debajo de 68 años).

Sanidad ya habló ayer con los colegios oficiales de Medicina y Enfermería de la C. Valenciana para facilitar que se dieran las altas, aunque todavía no se contaba con datos sobre cuántas personas habían optado por volver.

Los sanitarios, en primera línea, son los más expuestos al virus. El viernes se conoció que en el Hospital General de Alicante 9 facultativos estaban contagiados y que 130 sanitarios estaban en aislamiento preventivo en toda la C. Valenciana. La cifra, ayer, no se actualizó.

Proteger a los más débiles

Por otra parte, la Conselleria de Sanidad ha empezado a prorrogar automáticamente los tratamientos de los pacientes crónicos durante dos meses para que estas personas no tengan que acercarse a sus centros de salud a renovar las recetas, una medida para evitar los desplazamientos y exposición al virus de los más vulnerables.

Quien, aun así, tenga que hacer algún tipo de trámite sobre medicación crónica lo podrá hacer vía telefónica y también se dispensarán los tratamientos completos de uso hospitalario y se va a optar por acercar a los centros de salud y domicilios estos fármacos para evitar también desplazamientos.