La parte positiva del Estado de Alarma tras la expansión del coronavirus Covid-19 es, sin lugar a dudas, la solidaridad que se ha gestado entre las personas. En los núcleos urbanos más pequeños, como en los pueblos de interior, es todavía más evidente y las relaciones sociales más cercanas. Tanto que son las alcaldesas las que asumen el peso de la gestión de la crisis y se prestan a dar el servicio que en las grandes ciudades hacen (o hacían) las grandes superficies: llevar la compra a casa.

Vanesa López Guijarro, alcaldesa de Caudete de las Fuentes (Requena-Utiel) contactó ayer con 40 vecinos y vecinas. En el municipio que gobierna, el 60 % de la población es mayor de 65 años y, por tanto, personas expuesta a un riesgo mayor de contagiarse del Covid-19. Por ello, aunque la brigada municipal se ofreció para hacer esta tarea, la alcaldesa aseguró que lo haría ella como máxima responsable del municipio. Con guantes y mascarilla visitó a una decena de personas que viven completamente solas, en parte para obligar a cumplir la máxima de estos días: «quédate en casa». «Algunos tienen familiares en el pueblo y otros tienen asistentes, pero hay algunos que están completamente solos», explica. Una de las mujeres que visitaron sí que requirió la compra de algunos alimentos básicos que no tenían.

Sin embargo, la alcaldesa apuntó a que son los mayores los que «mejor preparados están» porque hicieron acopio de alimentos antes de que se abriera la crisis sanitaria.

Mientras, en Pedralba, la alcaldesa Sandra Turégano, ofreció el mismo servicio a su vecindario: «a las duras y las maduras», dijo estar. Medicamentos, alimentos o solicitar una cita vía telefónica para el ayuntamiento son solo algunas de las necesidades de los mayores del municipio «en un momento tan difícil», señaló. «Cuando decidí presentarme a alcaldesa ya sabía que tendríamos momentos de alegría y de fiesta, pero también tenían claro que habría que tomar difíciles decisiones y que llegarían momentos duros. Este es uno de ellos», declaró la alcaldesa. Por ello, ha dado su número de teléfono a los vecinos y vecinas para cualquier necesidad.

Mientras, en Bugarra, uno de los municipios más pequeños de Camp de Túria, la alcaldesa Teresa Cervera, visitó diversas viviendas porque quieren evitar a toda costa que las personas con riesgo salgan a la calle. Ayer esta circunstancia se agravó con la lluvia, por lo que Cervera se puso a disposición de sus vecinos. Ayer por la mañana una familia con dos dependientes le avisó de que pronto se quedarían sin algunos alimentos. La alcaldesa ha hablado con un supermercado de Pedralba para que reserve algunos productos para los habitantes de Bugarra, ya que allí no tienen comercios.

Visitas durante el fin de semana Pese a las advertencias de las autoridades, tanto en Caudete como en Bugarra este fin de semana han recibido visitas de la gran ciudad. «No son unas vacaciones, nuestra población está muy envejecida y corren un grave riesgo», señaló Cervera.