Protestas, recogida de firmas, vídeos pidiendo material... la falta de equipos de protección personal y de mascarillas para atender a los casos probables y confirmados de coronavirus en los hospitales valencianos se ha convertido en un clamor generalizado mientras desde la Conselleria de Sanidad insisten en que la situación se va a solucionar, incluso tirando de proveedores cercanos que podrían ponerse a producir ahora.

Tras quejas individuales o por redes sociales, los integrantes del servicio de urgencias de adultos de La Fe habían puesto en marcha una recogida de firmas para reclamar el material adecuado y suficiente, sobre todo porque ellos son la «puerta de entrada» y los más expuestos a los posibles contagios en personas no diagnosticadas.

Los profesionales son conscientes de que hay pocos equipos pero se quejan también de que las medidas de control y de racionalización de las limitadas existencias están produciendo que usen equipos más allá de lo aconsejable.

Han recogido firmas, pero en otros centros están haciendo vídeos para pedir material, por ejemplo. Tanto la consellera de Sanidad, Ana Barceló, como el president de la Generalitat, Ximo Puig, insistieron ayer en que a través de la compra centralizada por parte del Gobierno se iba a paliar esta carestía. «Será rápido y esperamos que pronto nos llegue a los hospitales y otros centros», aseguró la consellera al tiempo que, desde el sindicato CSIF, se quejaban de la desprotección del personal sanitario y de la falta de equipos. «Queremos saber en qué fecha, cantidad y lugar los han distribuido, porque los profesionales no disponen de ellos», aseguraron.

Precisamente ayer por la tarde, el Ministerio de Sanidad adelantó que se había iniciado el reparto de «más de un millón de mascarillas» después de que ayer tarde llegara al aeropuerto de Zaragoza un avión de Shanghai con 500.000 mascarillas quirúrgicas. Sin embargo, es de las que menos carencia hay. Otras 546.000 mascarillas más se distribuyeron ayer, según el ministerio. Mientras, hospitales y centros de salud y otros estamentos siguen agradeciendo las donaciones de material que llegan de empresas y de colectivos de empresarios chinos.

Por otra parte, Puig aseguró que se iba a reforzar, de nuevo, el teléfono 900 300 555 de atención al coronavirus que, pese al aumento de personal no da abasto. «Solo el viernes recibió 300.000 llamadas», ejemplificó Puig.