El Ayuntamiento de Cullera reducirá su impacto negativo en el planeta durante la alarma sanitaria con la reducción de la iluminación urbana en un 40 %. El consistorio lanzó ayer un plan de ahorro energético que estará vigente mientras dure el Estado de Alarma y permitirá abaratar la factura eléctrica aprovechando la reducción del flujo de gente por las calles, de los desplazamientos y de la vida social. Ayer ya se apagaron las luces ornamentales de los edificios emblemáticos, como el Castillo, la Casa de la Enseñanza, la Casa Consistorial o la Torre del Marenyet, etc. «La actuación supondrá un ahorro mensual de alrededor de 20.000 euros», recalca el alcalde, Jordi Mayor.

«Una oportunidad»

La reducción del alumbrado público en las calles del término municipal empezará a producirse a partir de hoy (20.00 horas). El alcalde piensa que el estado de alarma es una oportunidad para reducir el consumo eléctrico y que eso suponga un ahorro para las arcas municipales. «Es innecesario mantener todo el alumbrado público a pleno rendimiento siendo conscientes que la crisis del coronavirus y el estado de alarma nos pide que nos quedemos en casa».

Mayor también ha destacado que las Administraciones locales han de ser proactivas en estos contextos y desarrollar planes estratégicos extraordinarios que hagan de estas situaciones oportunidades para el bien común.