Intensivista de 41 años y a punto de cumplir 17 de experiencia en la UCI del hospital Doctor Peset de València, Mónica Crespo relatará desde hoy y en los próximos días sus experiencias desde dentro de una de las unidades en la lucha contra el virus. Como miles de sanitarios y ciudadanos afronta estos días de crisis sanitaria con inquietud porque, de momento, nadie sabe cómo evolucionará.
«Sí, por supuesto que hay miedo porque realmente no sabemos a lo que nos vamos a enfrentar, tenemos las experiencias de lo que ha pasado o está pasando en otros países como China o Italia por lo que vemos por televisión o leemos en la prensa; pero es una crisis que pensábamos muy lejana y que nos ha llegado y aunque no en la magnitud de casos que se han detectado por ejemplo en Madrid, lo que sí está claro es que existe preocupación porque la situación es crítica», explica.
Crespo tiene una hermana que es anestesista en el hospital Severo Ochoa de Leganés y habla continuamente con ella. «El martes estuvimos hablando durante hora y media porque estamos atravesando una situación en la que por lo menos en mi caso necesito hablar mucho y compartir con otras personas lo que nos está ocurriendo, aunque nuestra situación no es la de Madrid donde los hospitales tienen mucha presión, donde se están produciendo muchos ingresos por coronavirus y donde los casos críticos y las camas UCI están llegando al tope y por eso se están abriendo otras vías de organización con el traslado de pacientes a la sanidad privada o a otros hospitales», relata.
«No hay colapso, de momento»
«Derivar pacientes es algo que aquí en València solemos hacer cuando faltan camas por picos puntuales en invierno y se hacen traslados a otros hospitales o a la sanidad privada, pero ahora no podemos hablar de situación de colapso», describe la especialista.
Explica la doctora Crespo que han aumentado las medidas de protección de los profesionales y que todos usan mascarillas tanto por convencimiento propio como por recomendación del departamento de riesgos laborales.
«Tenemos que evitar nosotros mismos ser transmisores de la enfermedad, pero la verdad es que se hace raro y difícil no verle la cara a tus compañeros porque los gestos son muy importantes en la comunicación y somos personas que llevamos trabajando muchísimos años juntos, nos conocemos mucho y sin los gestos y las sonrisas ya no es lo mismo; es lo que más he notado desde que usamos las mascarillas y la verdad es que en el hospital ha cambiado también la forma de relacionarnos, somos latinos nos tocamos mucho, nos daños codazos, la típica palmada en la espalda y ahora ya todo eso parece que lo evitas. La verdad es que en pocos días han cambiado muchas cosas y muy rápido y adaptarse a esto cuesta, pero hay que hacerlo».
Cumpleaños en confinamiento
En lo personal, la crisis del coronavirus también se nota, porque tras las guardias llega el confinamiento. Cuenta la especialista del Peset que tiene dos hijas, una de 6 y otra que cumplió diez este fin de semana. «Se tuvo que cancelar la fiesta con las amigas y celebrar el cumpleaños en casa con los padres y hermana y eso es un choque para ella». «Le explico lo que está ocurriendo aunque la niña ya sabe que su madre se va al hospital a cuidar personas enfermas y siempre lo ha sabido». Ahora, la diferencia es que hay más.
