La Ciudad de la Justicia de València, que ya estaba bajo mínimos desde que se decretara el estado de alarma - sin público y celebrando únicamente servicios esenciales-, tuvo que ser desalojada ayer por la mañana tras detectarse tres positivos por coronavirus, entre ellos un juez. Las instalaciones tendrán que ser desinfectadas en profundidad con carácter urgente para evitar más contagios. Uno de los casos fue confirmado como positivo y los otros dos presentan sintomatología compatible y que, con el actual protocolo, deben permanecer en casa aislados.

Las labores de desinfección, que comenzaron ayer, corrieron a cargo de dos equipos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que se encargaron de la limpieza del exterior del complejo, mientras que en el interior será una empresa designada por la conselleria de Justicia.

La Comisión Autonómica para el Seguimiento constituida en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat puntualizó que la aparición de un contagio de coronavirus en una sede judicial o centro de trabajo «no determina per se el cierre sino su desalojo temporal» para verificar su desinfección conforme a las instrucciones sanitarias. Una vez verificada dicha desinfección, la actividad deberá ser reanudada «tan pronto sea posible», aclararon.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat informaron de que las instalaciones judiciales volverán a estar operativas una vez que hayan concluido las labores de desinfección. Asimismo, se acordó facultar a jueces decanos, presidentes de Sala y de Audiencias Provinciales y secretarios coordinadores a adoptar medidas contra la propagación del coronavirus, «garantizando eso sí la prestación de los servicios considerados esenciales por la instrucción del Consejo General del Poder Judicial».

La Comisión Autonómica también ha acordado que se dote a los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ) de los equipos de protección individual necesarios para las salidas en servicios de la guardia.