El cantante Iván Sánchez, ganador en 2009 del programa Un beso y una flor que emitió la extinta Canal 9, ha convertido el balcón de la casa de sus padres en Tavernes de la Valldigna en un escenario. Desde allí, cada día ofrece un concierto de algo más de una hora de duración con el que está haciendo más llevadera la cuarentena a sus vecinos y vecinas.

Su objetivo es que la gente de la barriada del Cambro sea un poco más feliz, pese a que él no tiene muchos motivos para estarlo. Desde que el pasado mes de noviembre acabara su temporada de actuaciones no había tenido ningún «bolo», que es como llaman en el argot artístico a las actuaciones. Esperaba estos días porque «tenía muchos conciertos tanto en fallas como en los hoteles de la playa de Gandia para Semana Santa y me venía muy bien económicamente». El joven reconoce que «cuando vi que se suspendían las fallas me puse triste, incluso lloré. Me quedaba la esperanza de los hoteles pero a los pocos días se cayeron también», explica a Levante-EMV.

Pero lejos de quedarse con el lamento decidió entregar su talento a los demás y montó su equipo de sonido en casa de sus padres.

Desde el pasado lunes, cada día sale al balcón a las 12 del mediodía y ofrece su repertorio. Micro en mano «hago ver a la gente que no está sola, hago que se sientan acompañados», indicaba. Y, además, «me desquito de las ganas que tengo de cantar».

Este periódico pudo comprobar ayer el éxito de la iniciativa. Casi de forma unánime, los vecinos de las casas colindantes a la suya aseguran estar «encantados» con los conciertos. Los vecinos y vecinas se sacan sus refrescos y «picaeta», bailan, aplauden y le jalean. Incluso le piden canciones. «Nos hace más amena la cuarentena», indicaba uno de ellos. Son momentos que les hacen olvidar el encierro y el monotema del coronavirus.

Sánchez actuará «cada día» mientras dure el encierro. «Lo hago de 12 a 1 porque es una hora que no molesta». La voz se ha corrido por todo el municipio. Por ello, ahora retransmite sus conciertos en directo en Facebook. Ayer congregó a más de un centenar de personas siguiendo sus canciones.