Las Corts Valencianes decidió ayer en una reunión no presencial de la Mesa suspender el actual periodo de sesiones del parlamento valenciano mientras se mantenga la vigencia del estado de alarma decretado por el Gobierno. En la práctica se suspende la tramitación de todas las iniciativas en marcha y también el cómputo de los plazos para su tramitación, aunque no decaerá ninguna de las iniciativas presentadas por los partidos.

Además, se activa la Diputación Permanente que velará por los poderes de la cámara hasta que vuelva la normalidad. La intención es que se pueda habilitar el mes de julio para la actividad parlamentaria. Los edificios quedan cerrados y solo podrán acceder a las instalaciones los miembros de la Mesa y los de la junta de síndicos. También se crea un listado de personal esencial, el que sería necesario para activar la Diputación Permanente. Se incluyen en esa lista el personal necesario para confeccionar las nóminas y transferir los recursos de que disponen los grupos parlamentarios.

El periodo de sesiones aprobado en su momento acababa el 3 de julio, pero las circunstancias extraordinarias obligan a adoptar las medidas necesarias para evitar el contagio, en un momento en que diputados y personal de la cámara están confinados como el resto de ciudadanos. El pasado 12 de marzo ya se adoptó el acuerdo de ralentizar la actividad parlamentaria de forma excepcional y con carácter transitorio, así como reforzar las medidas de limpieza y desinfección después de que se confirmaran dos casos de coronavirus en el grupo Vox.

El Estatut de Autonomia reconoce a las Corts una autonomía institucional, condición indispensable para su independencia. Pero la Mesa asume que el estado de alarma comporta una importante limitación de la libertad de circulación de las personas por lo que se adopta una decisión excepcional, la de suspende el periodo de sesiones antes de que acabe. La intención es que las reuniones de Mesa y Junta sean no presenciales.