«La Pascua ya la hemos hecho en esos primeros días de colas y carros llenos. Ahora ya estamos trabajando regular y la cosa irá a peor». Fernando, del autoservicio Xe Remigio de la playa del Arenal de Xàbia, tiene claro que en estos días de confinamiento y emergencia sanitaria los supermercados de las zonas turísticas «lo vamos a pasar mal».

«Por la mañana, todavía tenemos actividad. Pero, por la tarde, no viene nadie. Aquí, en el Arenal, el puente de Sant Josep siempre ha sido muy bueno. Pero ahora todos los restaurantes están cerrado. ¿Quién va a venir?», advierte este empresario, que asegura, eso sí, que ellos van a seguir al pie del cañón. «¿Cerrar? No. A menos que caigamos enfermos».

Mientras, en otro supermercado turístico de Xàbia, el del Saladar (está próximo a la urbanización del Tossalet), coinciden en que, tras la histeria de los primeros días («aquí el domingo también tenemos abierto y fue una locura», advierte le cajera), las ventas han caído. «Viene poca gente, pero siguen haciendo compras fuertes», indica la trabajadora. En este negocio, le tienen fe a los residentes. «Sí, han venido muchos madrileños. Están en los chalés y para nosotros son una clientela muy importante», añade.

«Pocos clientes» en Cullera

Mientras, en la zona turística por excelencia de la comarca de la Ribera Baixa, Cullera, en la zona de la playa, que suele aglutinar mayor número de visitantes, los dos grandes supermercados tanto Consum como Mercadona mantienen abiertas sus puertas con un horario especial debido al coronavirus. Algunas tiendas habituales de la zona, ante la pandemia y las previsiones meteorológicas negativas que se preveían para fallas, decidieron en su día cerrar las puertas.

En la zona de la playa de Cullera además de los supermercados citados se pueden encontrar diferentes tiendas de alimentación abiertas aunque la mayor parte de ellas se hallan vacías de clientes. Estas tiendas suelen estar regentadas en su gran mayoría por personas de nacionalidad hindú o pakistaní.

Hablando con uno de los propietarios de estas tiendas de alimentación, Kamhal Youssef, nos ha confirmado que «sí que se ha notado un miedo muy grande a la expansión de la pandemia, porque son muy pocos los clientes que están entrando a comprar y compran solo lo justo». Para otro de los propietarios, «antes de declararse la alarma sanitaria, nosotros sí que nos habíamos aprovisionado por la llegada de las fallas, aunque al ser productos perecederos los que solemos vender, tenemos que ir reponiendo día a día y estamos invirtiendo mucho para vender muy poco. Se está tirando mucho material. La gente está cumpliendo con las normas dictadas por el gobierno y está quedándose en casa, se observan muy pocos clientes. Las ventas pueden haber disminuido entre un 75 y un 85%».

Los propietarios de estas tiendas han afirmado que al principio del pasado fin de semana se registró una masiva afluencia de clientes procedentes de la zona de Madrid que ante la alarma generada decidieron volver a su lugar de origen, motivado también por el cierre de la playa y los servicios ordenado por parte del Ayuntamiento de Cullera.

Además de estas tiendas de alimentación, también se puede encontrar alguna carnicería abierta principalmente en horario matinal aunque también nos han confirmado que las ventas se han reducido de forma exagerada.

Por su parte las dos grandes cadenas de supermercados poco a poco van recuperando la normalidad con menor afluencia de gente aunque se mantiene a primeras horas de la mañana.

Decidir si se abre en la Safor

En la comarca de la Safor, los establecimientos de alimentación de la playa generalmente abren durante los meses de verano. Esperarán a ver cómo evoluciona la crisis del coronavirus y a sí los propietarios de apartamentos y los residentes pueden venir para decidir si hay suficiente población para que sea rentable levantar la persiana.

Los negocios de la playa de Gandia y Tavernes de la Valldigna que funcionan todo el año están dando servicio a las familias que se han desplazado a sus segundas residencias para pasar el confinamiento decretado por el Gobierno.