Todos los ciudadanos y empresas deben colaborar estrechamente con los agentes de la autoridad en el cumplimiento de las restricciones impuestas por el estado de alarma, ya que, de lo contrario, será imposible frenar el coronavirus. Además, la desobediencia o inobservancia de esas restricciones comportan multas de entre 100 y 600.000 euros, y permiten a los agentes detener a quien desobedezca de manera reiterada