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Así serán los hospitales de campaña para infectados por coronavirus

El Consell ha empezado a desplegar la artillería pesada ante el aumento de casos de coronavirus -desde el inicio de la epidemia ha habido 921 casos y hay ya casi 300 personas hospitalizadas- y ha encargado ya la construcción de tres hospitales de campaña, con 1.100 plazas hospitalarias adicionales repartidas entre las tres provincias. Las primeras 500 plazas, según se encargó ayer de anunciar el president de la Generalitat, Ximo Puig estarán ya en quince días.

Con esta decisión, la capacidad de camas hospitalarias de la C. Valenciana se ampliará en casi 1.500 plazas ya que, el Consell ha previsto ya crear 76 plazas en la antigua Escuela de Enfermería de la Fe de Campanar (las obras empezaron el miércoles como estaba previsto) y contar con otras 291 plazas en edificios y residencias de diputación y otras administraciones en las tres provincias. En total, y por ahora, el sistema valenciano de salud sumaría un 15 % adicional de camas de las tiene en los hospitales públicos. Los privados también han ofrecido sus espacios y ahí se podrían sumar otras 800 camas.

Como uno de construcción

Pese a que se les denomina como hospitales «de campaña», estas instalaciones pueden funcionar «durante grandes periodos de tiempo» y poseen las «mismas prestaciones que un hospital de construcción debido a la gran calidad de materiales empleados que permiten aislar el interior del exterior», según informaron ayer desde Presidencia.

El mayor y el que se completará en dos semanas será el de València ya que, por ahora, es la provincia con mayor número de afectados por la pandemia y de población. Aunque todavía se desconoce dónde se situarán las tres nuevas infraestructuras estarán cerca de los hospitales de referencia a los que pertenezcan. Los hospitales estarán conformados por contenedores desplegables que están conectados entre sí mediante túneles y quedan totalmente aislados. Además están climatizados y contarán con todo lo necesario como unidad de aislamiento, zona de cuarentena, zona de baños y servicios separados por sexos, recepción, triaje y área para el descanso personal médico.

Inversión directa, acuerdos con la privada y con otras administraciones y hospitales de campaña. Pero no será todo para preparar la sanidad «ante el peor escenario posible». Puig avanzó ayer que, al igual que en Madrid, también se medicalizarán hoteles y ya están avanzadas las conversaciones para hacerlo con edificios en València y Alicante que puedan acoger a personas con síntomas leves pero que deben estar aisladas y controladas. «Somos conscientes que la epidemia va a continuar creciendo en los próximos días y tenemos que tener planificado el pero escenario posible», aseguró el president agradeciendo la «grana acogida» y «sensibilidad» mostrada por los hosteleros valencianos. Se ampliarán espacios, pero hacen falta profesionales sanitarios para atenderlos. A partir de hoy viernes, la página web de la Conselleria de Sanidad va a poner en marcha una plataforma para que los médicos sin especialidad y los jubilados puedan apuntarse si quieren estar activos y trabajar frente a la pandemia. Esta bolsa -que aceptará a personal sanitario jubilado menor de 70 años- servirá de refuerzo a las bolsas tradicionales de empleo de la Generalitat y se echará mano de ella en caso de que las «oficiales» se agoten. También, como medida extraordinaria, el ministerio permitirá contratar a residentes o estudiantes de último curso de Medicina o Enfermería. Los refuerzos, según la consellera Ana Barceló, han empezado ya a llegar a algunas áreas y «no tendrán límite».

195 nuevos casos en un día

Toda previsión es poca ante un guion que se cumple. Los casos de coronavirus en la Comunitat Valenciana, como en toda España, siguen creciendo sin horizonte por ahora conocido y enmedio del clamor de los sanitarios por la falta acuciante de material de protección con el que trabajar y protegerse. Son ya 921 casos positivos, 24 personas fallecidas, dos más que el miércoles y 19 altas dadas.

Nadie, salvo los matemáticos, se atreven a ponerle un pico a la pandemia pero todos están de acuerdo en que el ritmo de crecimiento seguirá y se intensificará durante las próximas semanas de ahí las llamadas a seguir las recomendaciones para que el coronavirus no contagie más y el sistema sanitario no colapse. Ayer, el balance subió otro peldaño: 195 nuevos positivos a la crónica que empezó a escribirse el 25 de febrero con aquel primer positivo en Borriana por haber viajado a Italia que ahora, está, incluso, curado. Son diez casos nuevos más que un día antes, una tónica que seguirá repitiéndose sobre todo a partir de que el Ministerio de Sanidad vuelva a recomendar de forma oficial hacer test a todos los casos leves y dé material para hacerlo.

De la ecuación de los 921 casos positivos en todo este tiempo, rozando ya el millar, debe preocupar sobre todo el aumento que ya se está registrando de casos hospitalizados y de aquellos que, ya han entrado en la UCI, los más graves y en algunos casos, por los que se teme por su vida. Los hospitalizados han aumentado en un día un 18 %, ya son 299 personas, la mitad en la provincia de Valencia. Los casos graves de UCI han aumentado en un día casi un 50 %: son ya 59 personas graves, la mitad igualmente en hospitales de la provincia de Valencia y otros 24 en Alicante.

En un día se han registrado otras dos muertes, ambas en la provincia de Valencia y ya son 24. La Conselleria de Sanidad ha sido reacia, desde el principio, a aportar datos de las personas afectadas ni siquiera las edades aunque de los primeros fallecimientos (y de los cinco que se han conocido de residentes de los centros de Torrent y Alcoi) sí ha trascendido que eran de personas de edad avanzada, el colectivo más vulnerable a la enfermedad que provoca el coronavirus. Aun así, tampoco los adultos jóvenes están exentos de que la sintomatología leve que da la enfermedad en el 80 % de los casos se complique y que haya, incluso fallecimientos. En el hospital de Dénia, de hecho, han registrado la muerte de un vecino de la ciudad, de 37 años que estaba ingresado en la UCI y que era, por tener otras patologías, un paciente «de riesgo».

Protestas del personal sanitario

Y frente a este aumento continuo de casos, aumenta también el clamor de los sanitarios por la falta generalizada de equipos de protección individuales (EPI) y de mascarillas de filtrado reconocida ayer por la propia consellera de Sanidad, Ana Barceló. Pese a los reiterados anuncios de la conselleria y del ministerio de que el reparto de material procedente de China y de la compra centralizada que se está haciendo había empezado a hacerse, lo cierto es que todos los días llegan llamadas a la desesperada de trabajadores sanitarios, la última desde el Hospital de Manises en el que los trabajadores están reutilizando las batas de los equipos de protección tras desinfectarlas ya que no hay, ni siquiera en aquellos servicios que son vitales como urgencias o UCI.

Los sanitarios recuerdan que ellos tienen que protegerse para no caer enfermos pero también para no ser un mecanismo de transmisión de la enfermedad dentro de los centros sanitarios. Hay ya varios casos de brotes de la enfermedad en centros sanitarios como el detectado en el Hospital General de Alicante, que ha obligado a prescindir de varias decenas de profesionales entre casos positivos y aislamientos preventivos o el conocido ayer en el centro de salud de Rafalafena en Castelló, donde se ha mandado a la UME para desinfectar las instalaciones tras darse varios casos positivos entre el personal.