El estado de alarma y la obligación de quedarse confinado en casa, salvo por cuestiones de primera necesidad, han derivado en un éxodo de personas a las segundas residencias tanto desde la capital de España como desde las principales ciudades a zonas de playa y montaña.

Esta situación ha provocado otro tipo de problemas como la aparición de vertederos incontrolados en zonas de montaña o la acumulación de enseres en caminos forestales. Así lo ha denunciado el acalde de Estivella, Rafa Mateu, quien se ha visto en la necesidad de poner en marcha un servicio extraordinario de recogida de trastos debido al depósito de este tipo de residuos en zonas no autorizadas.

«Hemos notado un incremento de residentes en las urbanizaciones de montaña, vecinos que tienen allí sus segundas residencias y han venido a pasar el confinamiento. Algunos han aprovechado para hacer limpieza y tirar aquellos trastos inservibles. Al no estar el ecoparque abierto, han dejado estos enseres en los caminos o incluso en la misma puerta del recinto para depositar los residuos», según denuncia el socialista en palabras a Levante-EMV.

Doble sanción

La mayor parte de casos se concentran en las zonas diseminadas del camí del Pla, donde un servicio de recogida ya está actuando y trasportando estos bártulos al ecoparque. El alcalde pide a los vecinos que cumplan con las normas y que se queden los trastos en casa, además de advertir que esta conducta puede generar dos sanciones, una por salir de casa de forma no justificada y otra por depositar enseres en plena vía pública.

Mateu recuerda que estos trastos también pueden estar infectados y generar contagios por lo que hace un llamamiento a la responsabilidad.