Las funerarias respaldan sin fisuras las medidas anunciadas por la Conselleria de Sandiad de anular los duelos a las personas que fallezcan por el Covid-19 y su repatriación en caso de ser extranjeras. A la gerente de Ortega Servicios Funerarios, Isabel Ortega, le parecen «prudentes y fenomenales, ya no por el difunto, porque está en una bolsa estanca, sino por las personas que lo acompañan», expone a Levante-EMV.

Más allá de las actuaciones que se reflejan en el protocolo del Ministerio de Sanidad, Ortega señala que, desde la empresa que gestiona, se han tomado medidas adicionales. «Los funerarios están de guardia localizada por teléfono mientras que el equipo de administración ya está actuando en modo teletrabajo». «Las familias se atenderán, sin excepción, en domicilios particulares o en tanatorios, si bien durante la tramitación del servicio no deberá haber más de tres personas en la sala», añade. Por otra parte, «los funerarios atenderán con mascarilla y dispondrán de dispensadores higiénicos».

La gerente también echa en falta materiales de protección para sus trabajadores. «Todo corre a nuestra cuenta», lamenta. Por su parte, el secretario general de la patronal de las empresas del sector funerario Panasef, Alfredo Gosálbez, constata que la asistencia a los velatorios ha menguado. De hecho, alguna empresa está recomendando que no se celebren estos actos de despedida, «y las familias lo han aceptado».

Al margen de esta cuestión, Gosálbez afirma que la actividad en este sector discurre ahora con normalidad. Cosa bien distinta es la actuación de las administraciones públicas que, en algunos aspectos, está provocando la autogestión de las empresas que organizan los entierros. Dado que estas compañías deben velar también por la vida de los familiares del fallecido y del personal que los atiende durante el funeral y en la preparación del cadáver, el dirigente de Panasef exige al Gobierno que «nos considere personal sanitario, entre otros motivos porque no tenemos prioridad de acceso a mascarillas y traje especial de protección individual». Gosálbez asegura haber trasladado estas exigencias a la Generalitat y añade que el sector no ha recibido indicación alguna sobre si los cadáveres de los fallecidos por coronavirus deben ser quemados.