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Más restricciones y, sobre todo, más tiempo

Expertos apuntan a que se necesitarán más medidas de contención y que el confinamiento será de al menos dos meses

Más restricciones y, sobre todo, más tiempo

Ya ha pasado más de una semana desde que el viernes 13 de marzo el Gobierno estableciera el estado de alarma. Un día después se decretaban unas medidas de confinamiento históricas durante15 días para contener el avance del coronavirus. Desde entonces millones de personas viven encerradas en sus casas en España. Tan solo se puede salir a comprar bienes de primera necesidad, ir al médico o la farmacia, trabajar o pasear a animales de compañía. Todo ello con limitaciones. Ayer mismo se anunció que este estado de alarma se ampliará al menos 15 días más. Anteanoche Italia ampliaba sus restricciones. Las dudas y la incertidumbre siguen entre miles de ciudadanos: ¿Se emulará al país transalpino? ¿Cuándo se notará su efecto en el número de casos? ¿Cuánto durará esta situación?

Expertos consultados por Levante-EMV apuntan a que es probable que se incrementen las limitaciones y, sobre todo, coinciden en que el confinamiento va para largo. «Entre dos y cuatro meses, podrían ser hasta cinco dependiendo de otros factores como la llegada del calor», sostiene Santiago Mas-Coma, catedrático de la Universitat de València (UV), experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y presidente de la Federación Mundial de Medicina Tropical. Pero lo que más temen, por lo general, es que haya una relajación en la sociedad. ¿Por qué? Consideran factible que haya un rebrote cuando todo parezca que está controlado.

«Las medidas de distanciamiento social pretenden disminuir el número de interacciones entre las personas que permitan la transmisión de la enfermedad y, por tanto, ralentizar la aparición de casos nuevos. En la fase en que nos encontramos, el objetivo es modificar la evolución de la curva epidémica de modo que las personas que requieran atención sanitaria vayan apareciendo a un ritmo que nuestro sistema sanitario pueda asumir», explica Fernando Gómez Pajares, especialista de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.

De lo que no tienen duda es de que el confinamiento funciona. «Solo con las medidas que se autoimpuso parte de la población los días antes del decreto del Gobierno ya se consiguió retrasar la llegada del pico una semana», señala Rafa Villanueva, uno de los componentes del grupo de investigación del Instituto Universitario de Matemática Multidisciplinar de la Politècnica de Valencia (UPV) que está llevando a cabo un modelo de predicción de la evolución del Covid-19 en España.

Los efectos del confinamiento ya se van notando en las estimaciones. La predicción publicada el 19 de marzo indicaba que el pico se situaría entre el 8 y el 18 de abril y alcanzaría entre 2,1 y 3,4 millones de contagiados en España. La estimación realizada un solo día después, el 20 de marzo, apunta a que el pico llegará entre el 15 y el 27 de abril, con entre 1,7 y 2,7 millones de infectados. La curva se está aplanando.

Pero ¿será necesario imponer más límites? Mas-Coma insiste en que sí: «Me he llevado una sorpresa positiva con la respuesta en general del país. No me hacía una idea de que la gente reaccionara tan rápido recluyéndose, pero las medidas van a tener que ser más drásticas. Se han reducido los movimientos, pero aún se deja ir a la gente a trabajar. Hay que tener en cuenta que no hay precedentes y no se puede cerrar todo de golpe. Hay que ir aprendiendo».

«El siguiente escenario es el de restricción total de movilidad, solo para servicios de primera necesidad como alimentación y farmacia», detalla José María Martín, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UV, que añade que también sería necesario «adquirir y aplicar más tests de detección con la suficiente sensibilidad y especificidad, porque el diagnóstico precoz hace que todo sea mucho más efectivo» y «asegurarse de aprovisionar a los profesionales sanitarios y los de centros asistenciales, geriátricos o para personas con discapacidades, de mascarillas y equipos de protección individual apropiados».

Por su parte, Gómez Pajares entiende que «es difícil pensar que se vayan a implantar unas medidas más extremas, pero otra cuestión diferente es cuánto tiempo es necesario mantenerlass».

«Esto va para largo»

«Hay que concienciar de que estamos al principio. Vamos dos semanas por detrás de Italia, con quienes nos podemos asemejar. Esto está solo empezando y va para largo. Cuando sobrepasemos el pico vamos a tener que seguir encerrados. La gente debe hacerse a la idea de que serán entre 2 y 4 meses, 5 si la temperatura no lo para. Lo mejor que nos podría pasar es que llegaran altas temperaturas», advierte Mas-Coma, al que le preocupa «el agotamiento de los trabajadores sanitarios y que la gente, con el tiempo, se relaje». «Merece la pena aguantar un poco y superar la situación de mayor tensión para que se flexibilice todo con más seguridad», añade Martín.

Y, una vez superado este período, inciden, será necesario no bajar la guardia. «Un repunte es una posibilidad que no se puede descartar. Es de prever que si todos nuestros esfuerzos tienen resultado, la mayor parte de la población no enferme y siga siendo susceptible», explica Gómez Pajares. «Hay que tener en cuenta que una enfermedad epidémica de este tipo puede tener un rebrote en cualquier lugar. Es lo que trata de evitar ahora China controlando a los que vuelven al país», mantiene Mas-Coma. «Dependerá de la cantidad de gente que quede por contagiarse y de si es posible reinfectarse», indica Villanueva.

«Realmente estamos ante algo muy serio y en el mundo va a morir muchísima gente. No solo mayores. Hay gente joven que se infecta y muere. Esto no es como una gripe, es muchísimo peor», apela Mas-Coma. «Hay que abordar el tema con sensatez, que en este caso está entre decir la verdad y no dar miedo», culmina el experto de la OMS.

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