Fue una de las primeras medidas que se anunció que se podían tomar: todo el personal de la Conselleria de Sanidad quedaba a disposición de la administración y podría cambiar de categoría o incluso de lugar de trabajo según las necesidades que el avance de la pandemia del coronavirus dictara. Y así ha empezado a ser.

Con toda la actividad no preferente paralizada, incluidas las consultas externas y las pruebas diagnósticas, Sanidad ha cerrado ya al menos dos centros de especialidades para reorganizar a su plantilla y que estén preparados como refuerzos en sus hospitales de referencia. Se trata del Centro de Especialidades del Grao, que dependen del Hospital Clínico de València y, a partir de hoy martes, el Centro de Especialidades de Juan Llorens, que depende orgánicamente del Hospital General de Valencia.

Serían dos de los hospitales que, al menos por ahora, más están notando la presión asistencial del coronavirus. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, reconoció ayer que, en estos momentos, solo se podía hablar de «tensión» en el Hospital General de València, afectado directamente ya que de él depende la residencia de ancianos Santa Elena de Torrent (con cerca de un centenar de positivos) y, además «es uno de los que más tarjetas SIP tiene, 366.000», concretó la consellera.

Es una de las primeras medidas para reforzar personal que también tiene la vista puesta en la lista de profesionales «voluntarios» que ya se están apuntando en la página web de la Conselleria de Sanidad. Son ya 1.640 los que se han dado de alta entre médicos y enfermeras jubilados y, sobre todo, médicos recién licenciados sin la especialidad. Y todos van a a hacer falta, al menos teniendo en cuenta que la cifra de profesionales sanitarios contagiados no deja de crecer. Ayer lunes, se pasó de tener 335 profesionales de baja por coronavirus a tener 378 en toda la Comunitat, un 19,8 % del total de afectados por el virus, muy por encima del porcentaje nacional que se queda en un 11 %.

Barceló ofreció ayer, por primera vez el detalle de dónde estaban esos profesionales contagiados y el mapa salpica a casi todas las áreas de salud de la C. Valenciana y pocos hospitales se salvan a excepción, por ejemplo, del hospital de Gandia. Preocupan los 60 contagios del Hospital General de Alicante, donde la semana pasada se detectó un brote que afectaba a varios anestesistas y que se ha ido ampliando. El Hospital General de València con 29 profesionales de baja o el General de Castelló, con 28, son otros de los puntos «calientes» tras haberse detectado brotes en los hospitales o en algunos centros de salud dependientes, la mayoría de las veces por haber estado tratando a pacientes sin los debidos equipos de protección que llevan días escaseando pese a las denuncias del personal y sindicatos.