Los abogados penalistas se han quedado prácticamente sin trabajo por la bajada de la delincuencia a causa del confinamiento y la suspensión de juicios, y los laboralistas y mercantilistas están desbordados con jornadas diarias de más de doce horas ante la avalancha de Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE) y de la situación crítica de decenas de empresas. Son las dos caras de la misma moneda, que revelan el profundo impacto que la pandemia está teniendo en el mundo del derecho. Los letrados lamentan que la situación va para largo y advierten del colapso de los servicios de la Administración que deben tramitar con agilidad los ERTE.

Juan Carlos Navarro, considerado por muchos profesionales como el mejor abogado penalista del momento en València, confiesa por teléfono que lleva una semana sin clientes. El abogado, entre otros, de Juan Cotino (en el juicio por las presuntas irregularidades en la contratación de pantallas para la visita del papa dentro del caso Gürtel), asegura que desde la declaración del estado de alarma solo ha recibido a un cliente en su despacho. El director adjunto operativo de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, ha cifrado el descenso de detenidos en la demarcación de la Benemérita en un 60 %. «La delincuencia se ha desplomado. En los juzgados penales está todo parado», advierte Navarro. El propio juicio del caso Gürtel, que se celebra en la Audiencia Nacional en Madrid, se ha paralizado durante 29 días por la pandemia y Juan Cotino está en la UCI por coronavirus.

La situación es diametralmente opuesta en los despachos valencianos especializados en laboral, fiscal y mercantil. Ignacio Varona, socio de Varona Legal & Numbers, afirma que los 30 profesionales del despacho trabajan a destajo doce horas al día. Varona es un despacho formado por abogados y economistas. Ignacio Varona, que dirige la rama jurídica, apunta: «Desde el 13 de marzo estamos todos teletrabajando desde casa. A la avalancha de ERTE se suma que los plazos de la autoliquidación de impuestos no se han suspendido. En la rama jurídica contamos con cinco procesalistas que ahora están sin trabajo porque los plazos se han suspendido. En la parte laboral tenemos a catorce personas trabajando seis días a la semana entre diez y doce horas al día. La Administración está desplazando hacia los despachos de abogados la carga de trabajo y nos obligan a justificar la causa mayor de los ERTE. No tiene sentido porque está claro que los ERTE son por fuerza mayor».

Campaña de la renta

Ignacio Varona incide en que en los próximos días la carga de trabajo de los despachos como el suyo va a ir a más porque el 1 de abril comienza la campaña del impuesto de la renta.

Los abogados prácticamente no tienen contacto físico con sus clientes. «Con ellos nos estamos comunicando a través del correo electrónico y de la videoconferencia. Ahora tenemos una junta de accionistas de una empresa con presencia notarial que la vamos a hacer telemáticamente. Ha sido muy complejo, pero funcionamos bien», afirma Ignacio Varona.

Mariano Durán (socio del bufete Durán Lalaguna Abogados, Martínez Ojeda y Asociados, y Pedrós Abogados) confirma que en el área de derecho laboral están saturados. «Somos un despacho con treinta profesionales especializados en derecho fiscal, laboral y en la ejecución de auditorías. Los dedicados a los ERTE trabajan sin parar, van a destajo. Muchas empresas se han visto obligadas a parar la producción. Esta crisis prácticamente ha tocado a todos los sectores económicos».

«Empezó por el turismo y la restauración, pero ya afecta a todos. ¿Qué empresa va a seguir fabricando lámparas como si nada? ¿A quién se lo va a vender? Acabamos de analizar el caso de una firma de eventos que la única solución que tiene es presentar un ERTE. Hay sectores en los que no hay otra que aplicar un ERTE», lamenta Mariano Durán.