Las diputaciones de Alicante, València y Castelló se han puesto al servicio de la Generalitat para unir esfuerzos y trabajar con la máxima coordinación posible para hacer frente a la situación generada por la pandemia del coronavirus.

El jefe del Consell, Ximo Puig, ha mantenido este miércoles una ronda de reuniones por videoconferencia con los presidentes de las tres corporaciones provinciales, Toni Gaspar, Carlos Mazón y Josep Martí, en un clima de "sintonía total", según han trasladado las fuentes conocedoras.

El president ha destacado la importancia de "trabajar juntos" de forma coordinada para afrontar este escenario "con la total colaboración entre instituciones" y ha valorado en este sentido la disposición de los responsables de las diputaciones a poner todos los recursos a su alcance para ello.

Puig ha subrayado que el objetivo principal que debe guiar la actuación de las administraciones ante esta emergencia es, más allá de colores políticos, "la solución de los problemas a los que se enfrenta la ciudadanía".

El jefe del Consell ha agradecido la voluntad que le han trasladado los tres presidentes de las diputaciones de "sumar esfuerzos" para combatir el avance de la enfermedad y establecer medidas para paliar las repercusiones económicas de esta pandemia.

Propuesta de Compromís para destinar superávit a los ayuntamientos

Por su parte, el grupo Compromís en la Diputación de València ha propuesto hoy que se usen recursos procedentes del superávit del presupuesto de 2019 para conceder ayudas a los ayuntamientos en la línea de cubrir las necesidades derivadas del estado de emergencia, según permite el Decreto ley 8/2020 del 17 de marzo. Compromís advierte deque los ayuntamientos están teniendo que hacer frente a necesidades de emergencia que no estaban previstas, y entiende que hay que aumentar los recursos económicos que reciben, usando todas las herramientas legales que estén al alcance.

El decreto ley regula el destino del superávit de las Entidades Locales para hacer frente al impacto económico y social del Covid-19, permitiendo que se destinen estos recursos, con carácter excepcional, a Servicios Sociales y a promoción social.

De este modo los municipios podrían usar estos recursos extra que proporcionaría la Diputación de València para reforzar los servicios de proximidad de carácter domiciliario a personas mayores, dependientes o con discapacidades; incrementar y reforzar el funcionamiento de los dispositivos de teleasistencia; trasladar al ámbito domiciliario, en caso de necesidad, servicios de rehabilitación, terapia, higiene, para personas usuarias de los centros de día, por ejemplo; o incrementar los dispositivos de atención a personas sin hogar.

Con estos fondos extraordinarios procedentes del superávit de la Diputación, y siempre según el punto 2 del artículo 1 del decreto, también se podría reforzar las plantillas de los centros de Servicios Sociales y centros residenciales; y adquirir medios de prevención, como son los equipos de protección individuales (EPI).

También los ayuntamientos podrían tener más dotación para las partidas destinadas a garantizar ingresos suficientes a las familias, ayudas al respiro de personas cuidadas y otras medidas que se consideran imprescindibles y urgentes para atender a personas vulnerables, gastos que en estos momentos de emergencia son importantes para los ayuntamientos como la administración más próxima a la ciudadanía.