Las posibilidades que ofrecen las impresoras 3D y las ganas de ayudar a combatir el coronavirus han hecho emerger un amplio grupo de vecinos en El Camp de Morvedre que ya tiene un objetivo claro: fabricar 1.300 protectores faciales a domicilio que luego serán donados gratis al hospital comarcal para poder usarlos como medida adicional de prevención, al margen de las mascarillas, tanto allí como en residencias de mayores.

La iniciativa fue impulsada el pasado fin de semana por un vecino del Port de Sagunt, Rubén Giménez, y ha tenido tal aceptación que ya hay casi 60 personas en ese grupo denominado «Covid-19 Makers Sagunto» que se ha comprometido a realizar esas viseras con 38 equipos. Además, tras la mediación del Ayuntamiento de Sagunt, el hospital ha dado luz verde a la iniciativa y tanto ese consistorio como el de Canet d'En Berenguer se han comprometido a apoyar en toda la logística que implica la recogida a domicilio y su posterior traslado al hospital.

«Lo bueno es que estas pantallas protegen más que unas gafas, porque cubren toda la cara y evitan que algunas partes se queden al aire», explicaba el joven que ha impulsado en Sagunt un proyecto extendido ya por València capital y otras ciudades españolas. «Conocí que el proyecto se había puesto en marcha en el ámbito nacional, así que decidí coordinarlo para Sagunt y alrededores. La verdad es que estoy muy contento porque no esperaba tan buena respuesta, tanto de gente que lo ha difundido, como de la que se ha interesado en colaborar ni de los ayuntamientos», contaba el joven.

Para hacer estos protectores, el proceso es sencillo. Primero, fabrican una visera en una impresora 3D, le añaden una lámina de acetato rectangular, como las que se usan para encuadernar en las papelerías y luego solo falta ponerle unas gomas para sujetarlo.

Aunque Rubén asegura no tener calculado el precio de cada unidad, estima que su coste es menor al euro, «y eso contando el gasto de luz», explicaba a Levante-EMV. Por ello, además de destacar su bajo precio, resaltaba la posibilidad de ir cambiando la lámina transparente cada vez que se desee.

La idea del grupo es fabricar una media de entre 20 y 30 viseras de este tipo al día por cada impresora. Por ello, Giménez esperaba poder tenerlas listas las 1.300 en una semana aproximadamente. «Yo creo que para eso ya tenemos suficiente material. Pedí colaboración y, al conocer la iniciativa, en una empresa de papelería ya me dieron más de 100 acetatos, pero ahora me han dicho que podrán darnos más de 500», decía.

Perfil variado

En este recién creado grupo de «makers», el perfil es muy variado. «Hay abogados, ingenieros, diseñadores y médicos, entre otros campos profesionales y de todas las edades», contó ayer el joven Rubén Giménez al presentar la iniciativa en rueda de prensa junto al presidente de la corporación de Sagunt, Darío Moreno, y el teniente de alcalde, Quico Fernández. «Cogimos el testigo, hablamos con el historial y ahora este proyecto solidario ya es una realidad», destacó el alcalde además de hacer un llamamiento a que todo el que tenga impresora 3D o material y quiera colaborar, se pongan en contacto con el ayuntamiento en el teléfono, 962655858 opción 1.

Prueba de lo heterogéneo del colectivo es que el mismo alcalde de Canet d' En Berenguer, Pere Antoni Chordà, no ha dudado en sumarse a él con su impresora 3D. «Yo voy a estar ahí como uno más. Creo que toda ayuda en estos momentos viene bien», decía, animando a sumarse a ella ya sea a quienes tienen este equipo o poseen material que puedan aportar.