A menor número de coches circulando por carreteras y ciudades, descenso notable de la contaminación por dióxido de nitrógeno. De hasta un 60 % menos de media en las diez ciudades españolas analizadas.

Situación que ya anticiparon los datos de las 65 estaciones medidoras repartidas por toda la Comunitat Valenciana y que ahora corroboran los satélites. València ha pasado de registrar valores de 114 en NO2 del 10 al 14 de marzo a solo 42 una semana después, la primera de restricción de movimientos tras decretarse el estado de alarma por el Covid-19. Una reducción del 64 %.

Alicante bajó de un 79 a un 25, con un 68 % menos de polución y Castelló pasó del 94 al 22, un 76 %. El mayor descenso de España por detrás de Barcelona. El estudio lo han llevado a cabo investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), pertenecientes al Centro de Tecnologías Físicas. Analizaron para ello imágenes satelitales de la misión Sentinel-5P del programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea.

La comparación en dos espacios de tiempo distintos, antes y después del confinamiento, permitieron la confección de una serie de mapas que muestran las concentraciones de gases contaminantes en otras siete grandes urbes además de las valencianas. Desde Madrid, con un descenso del 73 % y Barcelona, donde más acusado ha sido con un 83 %, pasando por Gijón (65 %), Bilbao (66 %) o Zaragoza (52 %), hasta el sur con Sevilla (36 %) y Málaga (55 %).

Los tubos de escape, culpables

Los óxidos de nitrógeno, como el NO2, son fáciles de medir tanto en las estaciones medidoras como desde los satélites, pues se producen principalmente en los vehículos motorizados. El oxígeno y el nitrógeno se combinan dando lugar al óxido nítrico que posteriormente se oxida parcialmente originando el dióxido de nitrógeno. Así lo explican desde el equipo científico de la UPV, en el que participan los investigadores Elena Sánchez García, Itziar Irakulis Loitxate y Luis Guanter. Su trabajo se centra en el desarrollo de técnicas de teledetección para la monitorización global de emisiones de gases a la atmósfera.

Paralelamente, desde la dirección general de calidad ambiental de la Generalitat se prevé analizar cómo afecta esta disminución de contaminantes en el ozono troposférico, el conocido como ozono «malo». También está previsto determinar el efecto transfronterizo de este contaminante en la Comunitat Valenciana. «La reducción de emisiones en Francia e Italia permitirá estudiar la repercusión del fenómeno en nuestro territorio», señalan.