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Xàbia, Calp y Benitatxell restringen la construcción para proteger a los obreros

Los consistorios limitan los horarios y pararán las promociones si no hay medidas contra los contagios

Xàbia, Calp y Benitatxell restringen la construcción para proteger a los obreros

La mascarilla es hoy tan imprescindible como el casco en las obras de la Marina Alta. El sector de la construcción es uno de los que esquivaron el parón de la actividad impuesto por el decreto del estado de alarma. Hay quien ha advertido de que ahora, en plena emergencia sanitaria por el coronavirus, esta actividad no es de las más esenciales. Pero la comarca vive del turismo y el urbanismo. Y el primer sector está ahora en el dique seco. Eso sí, los ayuntamientos han empezado a armonizar la construcción a medio gas (las promotoras empiezan a tener problemas incluso para recibir hormigón) con las medidas para proteger a los obreros y para limitar desplazamientos. Consistorios como los de Xàbia y el Poble Nou de Benitatxell han establecido que sólo se puede trabajar en la obra de 8 de la mañana a 15 horas.

De este modo, se reducen desplazamientos y se ayuda a que el confinamiento domiciliario sea más efectivo. Los albañiles y las empresas ligadas a la construcción (electricistas, fontaneros o pintores) ya pasan las tardes recluidos en sus casas.

Ahora mismo mantener las calles desiertas y lograr que los vecinos se recojan en sus viviendas resulta vital para contener la epidemia.

Las restricciones que el alcalde de Xàbia, José Chulvi, ha plasmado en un bando entraron en vigor ayer. Además de prohibir las obras por la tarde, se deja claro que la Policía Local y la Guardia Civil paralizarán las obras en las que no se cumplan las medidas sanitarias obligatorias para evitar contagios.

Además, los electricistas y fontaneros sólo podrán hacer trabajos en el interior de viviendas habitadas cuando sean de urgencia para «garantizar la habitabilidad».

La actividad de los jardineros también se limita. Se les fija el horario de 8 a 15 horas. Y se recomienda que las faenas que hagan se reduzcan a «cuestiones de higiene, limpieza y salubridad».

El alcalde del Poble Nou, Miguel Ángel García, ha impuesto estas mismas normas.

Mientras, la alcaldesa de Calp, Ana Sala, advierte a los promotores de que tienen prohibido seguir adelante con las obras si no toman estrictas medidas para evitar contagios entre sus trabajadores. Alude en concreto a la obligatoriedad de que los obreros siempre mantengan entre ellos una distancia de entre uno y dos metros.

Sala recomienda que se suspendan todas las obras que supongan desplazamientos por la vía pública. Advierte de que su ayuntamiento está obligado a tomar medidas para ayudar a «poner fin a esta pandemia» y «encaminadas a garantizar la salud de los trabajadores y personal de las obras de construcción y minimizar el riesgo de contagio de la población».

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