Los trabajos para controlar la expansión de la procesionaria del pino arrancan en verano, con la colocación de trampas de feromona de confusión sexual con las que se capturan las mariposas. En la temporada estival de 2019 se colocaron un total de 4.933 de estos artilugios, repartidos entre Alicante (1.553), Castelló (1.279) y Valencia (2.161), tal como señala en sus informes la propia conselleria.

Árboles sin oquedades

En los últimos años también se instalaron cerca de un millar de cajas nido para el fomento de las aves insectívoras, como un método adicional de control de las poblaciones de insectos en los montes que, por la juventud del arbolado, carecen aún de oquedades que sirvan de refugio a estas aves.

Las trampas o bolsas llevan dispositivos que permiten geolocalización (teléfonos móviles y GPS manuales), por lo que se les suministra la cartografía de las zonas de colocación en formato digital, los itinerarios o recorridos que deben realizarse y las coordenadas de los puntos de colocación. Información que también se proporciona al personal de Parques Naturales encargado de colocar y recoger las trampas.

En la Comunitat Valenciana el 55,2 % de los terrenos forestales pertenecen a particulares y el 38,6 % son de propiedad pública (ayuntamientos, Generalitat y otros entes). Del 6,2 % se desconoce la titularidad.