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Oliva adelanta el estreno de su nueva APP

Gandia ha realizado más de un millar de atenciones telefónicas y por correo electrónico en 10 días

La crisis del coronavirus está obligando a ciudadanos, empresas y administraciones a hacer un máster acelerado sobre el uso de herramientas digitales. Hasta ahora, el porcentaje de entidades que ofrecían la posibilidad de teletrabajar, es decir, realizar sus labores sin necesidad de pisar la sede de la institución era muy bajo. Pero el coronavirus ha sido, en este aspecto, como un motor al que en apenas un segundo lo ponen a trabajar a la máxima potencia para que aquello a lo que impulsa pueda funcionar de una forma mucho más rápida.

En apenas unos días, las empresas, obligadas por las medidas del astado de alarma, han tenido que poner en marcha las herramientas necesarias para que los operarios puedan seguir desarrollando su labor desde los escritorios de sus propias viviendas.

Lo mismo les ha ocurrido a las administraciones. Los ayuntamientos de la comarca de la Safor han mandado, si no a todos, a gran parte de sus funcionarios a casa para evitar que los desplazamientos al puesto de trabajo supongan un riesgo de contagio y evitar, a su vez, las aglomeraciones de personas en las dependencias municipales.

El Ayuntamiento de Gandia adquirió hace unas semanas un total de 60 ordenadores. Estos equipos cuentan disponen el programario técnico que utilizan los trabajadores en cada uno de los departamentos. Aunque el consistorio gandiense no era nuevo en esto, la crisis del coronavirus ha obligado a acelerar la aplicación del trabajo a distancia. «En Gandia había ya funcionarios que, varios días de la semana, trabajaban desde casa antes del coronavirus. Por suerte, estábamos bastante adelantados en esto», explica el concejal de Modernización, José Manuel Prieto, a Levante-EMV.

Este nuevo paradigma también ha obligado a reciclarse a los vecinos y las vecinas, que ahora no tienen más remedio que hacer sus trámites bien vía telemática o a través del teléfono, ya que se ha suspendido toda atención presencial. Desde que se puso en marcha esta medida hasta ayer los funcionarios de Gandia han atendido más de 900 llamadas telefónicas y 135 correos electrónicos. Es cierto que los trámites por internet ahora mismo están parados, como prácticamente todo, pero aún hay quien pide algún certificado de empadronamiento u otro documento urgente.

En el caso de Oliva, el alcalde, David González, explica que no cuentan con un registro pero que son «incontables» las atenciones que se hacen por teléfono. En el caso de este ayuntamiento se adquirieron 42 ordenadores en una primera remesa para que los funcionarios trabajen desde sus casas y otros 12 que están destinados a los concejales y grupos políticos. A diferencia de Gandia, Oliva no tenía implantado aún el sistema de teletrabajo, por lo que lo ha tenido que dar respuesta de manera muy rápida.

En el caso de Tavernes de la Valldigna, el concejal de Modernización, Quique Chofre, explica que se ha optado porque los funcionarios desarrollen su trabajo en remoto, es decir, que desde sus ordenadores personales accedan a los de sus puestos de trabajo. «Era algo que teníamos en pruebas y que con el coronavirus hemos tenido que acelerar», señala. Antes se han tenido que hacer test de conectividad y seguridad «y cuando hemos tenido el ok de los informáticos lo hemos implantado». En este municipio, los funcionarios, por turnos, acuden día sí y día a no al ayuntamiento para evitar aglomeraciones. Hasta el momento se han realizado más de 200 atenciones por teléfono.

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