«La pandemia del coronavirus es un shock sin precedentes que requiere medidas excepcionales para contener la expansión del contagio dentro y fuera de nuestros países, reforzar nuestros sistemas sanitarios, salvaguardar la producción y distribución de bienes esenciales y servicios y mitigar los efectos negativos sobre las economías europeas». Así arranca la carta remitida ayer al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, por nueve primeros ministros de la UE en la que, a veinticuatro horas de la cumbre de jefes de estado y de gobiernos europeos de hoy, reclaman un plan de reconstrucción y lo que hasta ahora ha sido y sigue siendo un tabú en la UE: un instrumento conjunto de emisión de deuda.

Los firmantes son Sophie Wilmès (Bélgica), Emmanuel Macron (Francia), Kyriakos Mitsotakis (Grecia), Leo Varadkar (Irlanda), Giuseppe Conte (Italia), Xavier Bettel (Luxemburgo), Antonio Costa (Portugal), Janez Jansa (Eslovenia) y Pedro Sánchez (España). Todos reclaman «acciones extraordinarias» para limitar las consecuencias porque el programa de compra de bonos por 750.000 millones del BCE, la suspensión de las reglas de déficit y la flexibilización de las ayudas de estado, o la financiación a través del Banco Europeo de Inversiones no serán suficientes.

Limitar despidos, quiebras de empresas o que los bancos mantengan abierto el grifo de los préstamos requerirá «recursos sin precedentes y un enfoque regulatorio» que proteja el empleo y la estabilidad financiera. Su diagnóstico es que Europa necesita «un instrumento de deuda común emitido por una institución europea para obtener fondos en el mercado sobre la misma base y en beneficio de todos los Estados miembro, garantizando una estabilidad a largo plazo en la financiación de las políticas para contrarrestar los daños causados».

Es una vieja reclamación que lleva años chocando con países del norte como Holanda, Alemania o Austria, contrarios a la mutualización de riesgos. Los 9 tratarán de resucitar esta ambiciosa idea en la cumbre pero las posibilidades de éxito son escasas vista la división de opiniones.