Sanidad reconoció ayer que compró 58.000 test rápidos de detección del coronavirus defectuosos a China y no los 9.000 que se admitió en un principio. El Ministerio aclaró que 8.000 test (y no 9.000, como se había dicho hasta ahora) formaban parte de las 640.000 pruebas rápidas de detección que se adquirieron, a través de un proveedor nacional, a un fabricante en China. En primer lugar llegaron 8.000, que tras analizarlas se detectó que no eran de la calidad que especificaban los certificados y por eso se han retirado.

Además se han devuelto otras 50.000 unidades, que aún no habían sido distribuidas, y van a ser sustituidas por otras. Esto supone que el fabricante «enviará en los próximos días 640.000 unidades de un nuevo modelo con las especificaciones y sensibilidad requeridas», según aclaró Sanidad.

El ministro Salvador Illa argumentó que «España no va perder ninguna oportunidad» de compra en un mercado en el que todos los países están compitiendo por adquirir los productos necesarios para frenar el coronavirus, pero Sanidad «va a ser exigente y va a hacer las comprobaciones» de que el material cumple con los estándares de calidad.

En este contexto, el Gobierno ha realizado varias operaciones de compra con China, además de las descritas, que suponen la adquisición de un total de cinco millones de test rápidos, necesarios para conocer la extensión real de la epidemia en España, dado que hasta ahora sólo se realizan test PCR, validados en laboratorio, lo que lleva al menos cuatro horas y se demoran bastante más si el sistema está saturado, a los casos más graves.

A su vez, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, matizó ayer que próximamente van a llegar a España nuevos test rápidos que sí han demostrado ser de calidad. «En breves vamos a poder tener una cantidad suficiente de test rápidos, los cuales, con los estudios previos ya realizados, sí parece que tienen la calidad que se manifiesta en sus certificados», defendió para recordar que estas pruebas se sumarán a los entre 15.000 y 20.000 PCR que los laboratorios realizan al día.

El Ejecutivo, que el jueves admitió la compra de solo 9.000, no ha desvelado el nombre de la proveedora española que compró esas pruebas rápidas a Bioisi, una compañía que, según dijo ya la embajada china en España no tiene licencia para vender esos productos y no está entre las que recomienda su gobierno. Simón admitió el jueves que, en un primer momento, España se aprovisionó de una primera partida de tests rápidos de la empresa que más rápido les puedo abastecer.

Según él, se trataba de un lote de 9.000 tests rápidos de coronavirus que, tras ser evaluados y al ver que no correspondían con lo que exigía su certificado de calidad, fueron devueltos por el Ministerio de Sanidad. «La empresa los va a cambiar y nos va a proveer de otros test», precisó.

Casi 10.000 rumbo a Madrid

La Comunidad de Madrid recibió por parte del Ministerio cerca de 9.450 test que no funcionaban tanto en cribado de población como en muestras de laboratorio, donde se comprobó que sus resultados eran «sospechosos», tal y como admitió en Onda Madrid el consejero de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero.

En este sentido, detalló que se decidió comprobar la fiabilidad de estos sistemas de detección en muestras de laboratorio que ya se sabían que eran casos positivos y ya ahí los resultados fueron un «poco sospechosos», dado que el 30 % de los análisis de muestra daban «falsos positivos».