Viernes. Día 13 de confinamiento. Cada día se publica, junto con la curva de crecimiento de muertes y contagios por coronavirus, la pendiente de las sanciones y detenciones por romper el necesario 'quédate en casa' para que la primera, la mortífera, deje de crecer alocadamente. Se sabe que llevamos casi 20.000 denuncias y 140 detenciones (con al menos un ciudadano en la cárcel) por la chulería del 'yo sí salgo'. Y aún así, ha vuelto a ocurrir: la Policía Nacional y la Guardia Civil han vuelto a cazar a insolidarios que pretendían ayer -y alguno lo pretenderá hoy- irse de fin de semana como si no estuviésemos viviendo en mitad de la mayor emergencia sanitaria global de todos los tiempos.

Se veía venir. Y por eso la Dirección General de Tráfico (DGT) ya lo advirtió ayer por la mañana. Como lo había hecho la semana anterior, a los siete días de que los madrileños hubiesen escapado en oleadas hacia el norte, el sur, el este y el oeste el fin de semana del 13 al 15 de marzo, en busca de sierra y playa; a la postre, uno de los mayores focos de contagio en la Comunitat Valenciana y en Castilla-La Mancha, entre otras.

A primera hora de ayer, recogiendo el guante de la DGT, la Delegación del Gobierno de la C. Valenciana lanzó una advertencia: las salidas de València, Alicante y Castelló se iban a llenar de controles de la Policía Nacional, la Local, la Guardia Civil, apoyados con militares del Ejército de Tierra, para frenar en seco las ansias de escapar de quien pretendiera hacerlo.

La Guardia Civil de Tráfico ya lleva realizando una media 60 controles diarios en las carreteras, a lo largo de los últimos ocho días, para localizar a quien esté circulando sin una de las escasas excepciones que permite el actual estado de alarma, esto es, trabajo, compras de bienes necesarios, desplazamientos médicos o motivados por el cuidado de personas discapaces, menores, mayores, menores o enfermos.

Aunque hasta esta mañana no se conocerá el número de sancionados en los controles específicos montados ayer en la ciudad y en sus principales salidas, fuentes consultadas por Levante-EMV dijeron que han sido cifras menores a las del pasado viernes, cuando se puso en práctica la primera 'operación jaula'. De hecho, como ya sucedió el viernes 20 de marzo, muchas de las personas controladas en esos filtros policiales eran trabajadores que regresaban a sus domicilios tras finalizar la semana laboral. Fue por la tarde, eso sí, cuando más 'escapistas', cayeron.

Desde que se decretó el estado de alarma, las distintas Fuerzas de Seguridad -Policía Nacional, Guardia Civil y Policías Locales- han interceptado a 16.027 vehículos, han emitido 18.768 propuestas de sanción y han detenido a 150 personas en la Comunitat Valenciana. Una de ellas, un vecino de Oliva, incluso ha ingresado en prisión tras saltarse la primera condena de 4 meses de prisión, que le había sido suspendida a cambio de que no volviese a hacerlo. La segunda y última detención se produjo solo un día después de la primera condena, por lo que el juez lo envió directamente a la cárcel.

Aunque este miércoles pasado se había producido un alentador descenso en el número de sanciones y arrestos por saltarse el estado de alarma, parece que solo fue un espejismo. El jueves, la Policía Nacional interpuso 62 denuncias más que el día anterior: de las 784 del miércoles pasaron a 846 el jueves. Eso sí, el número de detenciones por desobediencia se mantuvo en 6 ambos días. Por lo que respecta a la Guardia Civil, el jueves impusieron 768 denuncias y detuvieron también a 6 personas.