«Justícia climàtica!», «Sense planeta, no hi ha futur!» Hace ya un año que cada viernes -salvando el período de confinamiento que vivimos a día de hoy- se pueden escuchar estas proclamas en la plaza de la Virgen. El 1 de marzo de 2019, viernes, se hizo la primera concentración por el clima en València. Y a partir de ahí nació el movimiento Fridays for Future València, que junto con los movimientos de muchas otras ciudades han creado una red global que reclama la «justicia climática».

«Vi a Greta Thunberg en las noticias y empecé a investigar a ver si alguien quería hacer lo mismo en València, porque en Madrid, Barcelona y Girona ya habían empezado. Encontré a unas chicas y chicos que también querían movilizarse y nos coordinamos para concentrarnos el 1 de marzo en la plaza de la Virgen. Vinieron unas 100 personas, nos sorprendió mucho, no esperábamos para nada esa respuesta», así describe Alba Calonge el nacimiento del movimiento de València. Alba, activista y estudiante de Bioquímica y Ciencias Biomédicas, estuvo implicada en Fridays for Future desde el principio. Ella y su compañero Pablo Ramón, estudiante de 4º de la ESO, hacen un balance muy positivo de este primer año. «Hemos estado en boca de todos», dicen los jóvenes, que destacan como uno de los mayores logros la atención que ha recibido la plataforma por el clima durante 2019.

Los jóvenes afirman que en un año han observado cómo cada vez más gente está concienciada sobre la importancia de frenar el cambio climático. Aunque saben que es difícil convencer a la gente para que acuda a sus concentraciones semanales, sí que afirman que la afluencia de gente en eventos más puntuales ha ido creciendo de forma exponencial. El 15 de marzo del año pasado convocaron su primera manifestación, a la que acudieron más de 2.000 personas. Y el 27 de septiembre fueron más de 15.000 los manifestantes que tomaron las calles de València al grito de «justícia climàtica».

Los activistas apuntan que el cambio climático «nos afecta a todos» y justamente por eso el movimiento ecologista es muy transversal y moviliza gente de todas las edades. De hecho, en la concentración hay varios iaioflautas que se manifiestan junto a los jóvenes.

Los pequeños César y Darsi, de 8 y 9 años, son de los activistas más constantes, no suelen fallar nunca a las concentraciones. «Mi madre me empezó a hablar del cambio climático y de una niña que se llama Greta Thunberg y que se manifestaba todos los viernes para luchar contra el cambio climático. Nosotros también venimos siempre y nos manifestamos», explica Darsi, que acude a las concentraciones acompañada por su padre. Ellos intentan movilizar a más gente, reparten a los viandantes que encuentran por la plaza de la Virgen sus dibujos, impresos en papel reciclado, en los que les animan a unirse a ellos cada viernes a las 18 horas.

De cara al futuro, fijan la movilización de más gente como su principal objetivo. «Queremos que la gente venga. Es difícil que acudan todos los viernes, aún así nosotros seguiremos concentrándonos para que se vea que esta protesta sigue siendo necesaria. Pero que vengan, aunque sea a las manifestaciones más grandes. Si presionamos todos a una los gobiernos verán que es necesario tomar medidas». Para conseguirlo, consideran la presencia en redes sociales un punto clave, y continuarán trabajando para aumentarla. Entre sus próximas acciones se encuentra la manifestación global por el clima el viernes 24 de abril, si el coronavirus lo permite.