El uso de las aguas del río Turia a lo largo de la historia ha propiciado una impronta cultural que se refleja en la organización territorial y social y en el rico patrimonio del agua. Los regadíos tradicionales constituyen un entramado cultural de gestión de los recursos hídricos y del suelo, que se manifiesta mediante las unidades paisajísticas de las huertas, las vegas y las riberas. Sin duda, los elementos de la arquitectura hídrica, así como la propia gestión tradicional del agua se han patrimonializado, de manera que han adquirido un renovado valor entre científicos y en particular entre importantes sectores de la sociedad. Si el visitante busca cada vez más lo singular, lo característico, en el territorio valenciano los paisajes del regadío histórico forman parte de esas singularidades.

El Turia es un hidrosistema complejo. En su recorrido hasta su desembocadura en el mar Mediterráneo, en València, da lugar a un conjunto de vegas irrigadas con las acequias que de él derivan por medio de azudes. Canales a los que se vinculan una amplia variedad de elementos hidráulicos (partidores, acueductos, sifones?), que con el tiempo se han patrimonializado. Se trata de un curso fluvial de tipo mediterráneo que funciona de desagüe de los derrames de este sector de los relieves ibéricos.

Existen diferentes sectores de la cuenca del Turia que por sus características geomorfológicas e hidrológicas han posibilitado la configuración de espacios irrigados en su cauce principal; se trata de ocho principales ambientes ribereños en los que el río ha edificado vegas aluviales: la vega de Teruel, la vega de Ademuz, las reducidas vegas de Santa Cruz de Moya y del Molino del Marqués en Aras de los Olmos, la vega de Chulilla y la de Gestalgar, Bugarra y Pedralba, la vega de los «Pobles Castells» en el Camp de Túria y finalmente del llano aluvial sobre el que se asienta l'Horta de València. En dichas vegas se han identificado veintiún sistemas de irrigación. Entre ellos el sistema de regadío del río Turia en su tramo de la comarca del Camp de Túria, conocido como el «dels Pobles Castells».

El regadío histórico de «Els Pobles Castells» del Turia

Históricamente a los municipios de Benaguasil, La Pobla de Vallbona, Vilamarxant y Riba-roja de Túria se les conoce con ese topónimo. Al parecer su origen no está relacionado tanto por los castillos medievales (que en algunas hay) como por la presencia de torres de vigilancia que había junto a las acequias mayores de los sistemas de regadío tradicionales, denominadas por los agricultores «castells».

En ambas márgenes del Turia se extiende un espacio regado de unas 3.800 hectáreas, que tiene su origen en tres azudes, localizados en el lecho menor del río: por la margen derecha, el Assut de la Séquia Major, en las proximidades del término de Pedralba; el Assut de Benaguasil, próximo al anterior, origen de la Séquia de Benaguasil, por la margen izquierda; y el Assut de Lorca, en la misma margen, del cual deriva la Séquia de Lorca o de Riba-roja. Se distinguen dos espacios irrigados. En la margen derecha comprende una superficie de 775 hectáreas, entre los términos municipales de Vilamarxant y Riba-roja de Túria. Está organizado por las acequias Major de Vilamarxant, Riba-roja de Túria y el Roll de Rosser. El sistema de la margen izquierda se extiende por unas 3.000 hectáreas repartidas entre los términos municipales de Benaguasil, la Pobla de Vallbona, l'Eliana y Riba-roja de Túria, que están regadas por las acequias de primer orden de Benaguasil, Major, Nova (colector de Benaguasil), Granotera (colector de la Pobla de Vallbona), del Mandor, de Lorca o de Riba-roja y la de la Vallesa. En conjunto, els Pobles Castells tienen un espacio irrigado de más de 3.800 hectáreas y la longitud de sus acequias principales sobrepasa los 130 kilómetros.

El paisaje de regadío de la margen derecha se localiza entre el río y las dos poblaciones ubicadas en ese sector, Vilamarxant y Riba-roja de Túria. Se trata de un sistema de regadío funcional, pues el 90% de sus conducciones están operativas, lo que indica un buen estado de conservación. Sin embargo, tan sólo el 50% de los elementos del patrimonio hidráulico identificados vinculados al sistema están funcionales. Es debido a que algunos elementos como molinos, lavaderos y abrevaderos, ya no cumplen su cometido. Están abandonados.

Como se ha apuntado el sistema de la margen izquierda tiene una mayor extensión. El paisaje resultante se extiende entre las poblaciones de Benaguasil, La Pobla de Vallbona y L´Eliana, y el propio cauce del río Turia, que discurre por el sur. Sus principales canalizaciones de riego se extienden a lo largo de 100 km. A diferencia de la margen derecha, se trata de una red compleja, en donde los sobrantes de unas acequias se derraman en otras, de manera que los recursos hídricos no se desaprovechan. Se localizan siete acequias de primer orden, diecisiete de segundo. Del conjunto de canales y acequias se estima que apenas un 5% han dejado de ser funcionales o han desaparecido.

Es reseñable que el sector meridional del sistema de regadío de la Font de Sant Vicent, en Llíria, a través de las acequias de Mura, Rascanya, Benialí? vierten sus aguas a las acequias de este sistema, concretamente a la Séquia de L´Alguasil y del Campés. Un ejemplo de gestión sostenible, «el agua no se pierde», se derrama de un sistema a otro.

Consideraciones finales: una referencia de los regadíos valencianos

El regadío «dels Pobles Castells» se considera como un ejemplo de los paisajes históricos generados por la gestión y el uso del agua para la irrigación tradicional, mediante técnicas del pasado. Su extensión, alrededor de una cuarta parte de la original de l´Horta de València; el diseño de su arquitectura hidráulica, integrada por diversos elementos (azudes, acequias, partidores, molinos, etc.); y la complejidad de la gestión del agua, en particular, su distribución y reparto, constituyen suficientes argumentos como para definir a este regadío como un referente de nuestros paisajes del agua. Patrimonio material y patrimonio inmaterial se integran en un territorio de referencia. Un paisaje cultural que debe ser conocido y reconocido.