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El mes que lo cambió todo

Marzo deja decisiones históricas como la suspensión de las Fallas o el confinamiento y el agravamiento de una pandemia que ha bloqueado la economía valenciana

El mes que lo cambió todo

Primeros días de febrero. Ingresa en el Arnau de Vilanova un hombre de 69 años. Los sanitarios no logran identificar el origen de su neumonía. Muere el día 13. Ha estado en Nepal, país con más de mil kilómetros de frontera con China. Pasará a la historia como el primer fallecido por la covid-19 en España. Nadie lo sabe entonces.

Esos días el empresario Lizhong Zhou, que lidera la asociación de comerciantes chinos en València, pide a sus compatriotas que extremen la seguridad.El régimen chino ha confinado hace unas semanas Wuhan, la sexta ciudad más poblada del país y su región. La mayoría de negocios cerrará, pese a que se avecinan días grandes: las Fallas. Muchos deciden autoconfinarse.

El 19 de febrero, 2.500 aficionados del València viajan a Milán. Su equipo juega contra el Atalanta de Bérgamo, una de las ciudades donde la covid-19 acabará por causar mayores estragos. La OMS dirá mes y medio después que aquel partido fue un acelerador del contagio. Una bomba biológica, según su alcalde. Periodistas que cubrieron aquel partido y compañeros de profesión son los primeros contagiados conocidos.

Las tres historias acabarán conectadas. Igual que miles más. Estudiantes de erasmus en Italia regresan apresuradamente antes de que los confinen. Un vecino de Borriana de 31 años, que fue a una despedida al norte de Italia, es oficialmente el primer caso.

El discurso oficial llama a evitar el alarmismo. A quienes vinieron de Milán les aconsejan vida normal. El 28 de febrero la OMS eleva el riesgo de expansión a muy alto. Pese a las llamadas a la serenidad, empieza a despertarse la psicosis. El Valencia CF, gobernado por asiáticos, suspende actos; se producen cancelaciones de visitantes a las fallas, de viajes de fin de curso y se detectan robos de mascarillas en hospitales. Las farmacias se quedan sin existencias de gel de manos. Es menos que una gripe, los que fallecen son mayores y todos tienen patologías previas, se repite en las tertulias.

1 marzo

Comienza la gran crisis

La gran crisis de nuestro tiempo ha comenzado. El coronavirus ya se lleva la mayor parte de las páginas de prensa y tiempo en radio y televisión. Ministerio y Conselleria de Sanidad creen que no hay razones para cancelar actos de gran audiencia. Se celebran partidos de fútbol y la mascletà vertical de la Marina. El domingo se dispara la primera en la plaza del Ayuntamiento y se celebra la crida. «Las medidas económicas serían muy gordas y se tomarán por evidencia científica, no por miedo», dicen las autoridades. Se cuentan ese día 15 afectados valencianos. Serán 22 en pocas horas.

3 marzo

Mensaje de tranquilidad

Comienza la «plantà» de las fallas más grandes y aunque el mensaje oficial sigue siendo el mismo, empiezan a tomarse las primeras decisiones. Los eventos deportivos se jugarán a puerta cerrada y Madrid, donde los contagios empiezan a dispararse, ya planea cerrar los colegios. Sanidad aún no ve motivos para cancelar las Fallas.

8 marzo

Más actos multitudinarios

El fin de semana coincide con actos de asistencia masiva. Miles de mujeres secundan manifestaciones en todas las ciudades. Vox celebra su congreso.

10 marzo

Aplazamiento de las Fallas

Todo se precipita. El confinamiento que hasta entonces solo se había impuesto en la lejana Wuhan llega a Italia. Madrid ordena el cierre de sus colegios y miles de vecinos y familias de la capital deciden que lo mejor es irse a sus segundas residencias. Nadie los frena. En los días siguientes, las ciudades de la costa valenciana reciben visitantes como si de unas jornadas festivas se tratara.

Ese día por la noche se adopta la gran decisión. La primera suspensión de las Fallas desde la guerra. El asunto lleva días quemando a los gobiernos. Este diario contará que el sector de Compromís en el Consell llega a temer una rebelión del mundo fallero y se llega a plantear suspender solo una parte de los actos, los más multitudinarios, algo que se descarta. Con el alcalde de València en la ópera, la Generalitat se basa en una «recomendación» del ministerio para tomar una decisión tan compleja por su gran tremendo impacto económico y social.

Apenas unas horas después de la decisión del Consell, la OMS eleva el contagio al nivel de pandemia. También se han suspendido las fiestas de la Magdalena y numerosos actos deportivos, culturales y sociales siguen el mismo camino. La Organización Mundial de la Salud dice que algunos países a los que no cita no se toman en serio el grave contagio.

En la Comunitat Valenciana, las medidas se precipitan tras la decisión de aplazar las Fallas. Un millón de escolares se queda en casa y en unos días iniciarán las clases virtuales. Las decisiones, todas históricas porque la crisis no tiene precedentes, se amontonan. Una de las palabras más repetidas empieza a ser ERTE, los expedientes temporales de empleo. Cinco mil trabajadores afectados el primer día y más de 170.000 a final de mes. Decenas de personas toman los supermercados para proveerse de víveres pese a las continuas llamadas a la calma. Se asegura que no habrá desabastecimiento pero las imágenes de centros con las estanterías vacías se suceden.

13 marzo

Se decreta el estado de alarma

Pasadas las dos de la tarde, el presidente del Gobierno anuncia otra decisión histórica: el estado de alarma. Primero por 15 días, que no serán suficientes y se ampliarán a dos semanas más. Sánchez anuncia que se podrían superar los 10.000 contagios. En dos semanas se llegará prácticamente a los 50.000. La noche antes, el Consell ha ordenado el cierre de todos los establecimientos no esenciales. El sábado 14 comienza formalmente el confinamiento y la restricción de movimientos, que afecta a todo el país. Ya hace días que la peor cara del coronavirus se ha situado en Europa, mientras China empieza a ver la luz. Los casos de contagios en la Comunitat Valenciana se han duplicado ese sábado 14, de 188 pasan a 403. Cierra la Ford, uno de los motores económicos de la Comunitat Valenciana y el bloqueo que se avecina va a ser de tal magnitud que los gobiernos empiezan a lanzar medidas de excepción.

El Ejército (la UME) se despliega en distintas ciudades valencianas. Será otra imagen para la historia, como la que deja la falla municipal que arde el 16 de madrugada salvando el busto de mujer con una mascarilla en la cara. Una imagen que con el tiempo será icónica.

17 marzo

El mayor plan de ayudas

El Gobierno anuncia el mayor plan de ayudas de la historia, 200.000 millones y la Generalitat se suma con decisiones para frenar el impacto en colectivos más vulnerables o autónomos. La Unión Europea aparca la rigidez fiscal para dar alguna facilidad a los países más afectados por el virus. En los hospitales y centros sanitarios, los profesionales dan la cara contra el coronavirus. Entre quejas por falta de material, miles de personas les agradecen desde los balcones su labor con aplausos cada día.

Pero el contagio bate registros, muchos de ellos entre sanitarios. El coronavirus se ceba con las residencias de mayores, uno de los colectivos más vulnerables. La pandemia se extiende. Centros de Torrent o Alcoi son los más afectados. A final de mes serán ya más de 50 en todo el territorio valenciano. La Generalitat pone en marcha esos días el plan para instalar hospitales de campaña y abre un corredor que, de momento, parece seguro para recibir material de China, frente a los problemas de abastecimiento que tiene, por ejemplo, el Gobierno.

23 marzo

Más fallecidos en residencias

Las infraestructuras dedicadas al cuidado de mayores se están convirtiendo en la zona cero de la pandemia. Una de cada tres personas que fallece vive en una residencia. La UME ha encontrado en Madrid personas mayores que han fallecido solas y en la capital hay profesionales que advierten que se está seleccionando a los enfermos para atenderlos según sus expectativas de vida ante el colapso del sistema sanitario.

Las fuerzas de seguridad avisan de que la pedagogía se ha acabado. Las multas a personas que se saltan el confinamiento se suceden. Más de 18.000 se han impuesto en la Comunitat Valenciana antes de que acabe el mes de marzo. Los controles evitan también las escapadas de muchos valencianos que al llegar el primer fin de semana de cuarentena intentan irse a segundas residencias. También hay valencianos esparcidos por los cinco continentes que buscan la forma de volver a casa. Con el transporte cerrado y el país en confinamiento, la mayoría de ellos vive una odisea.

28 marzo

Confinamiento más drástico

La curva de afectados no desciende y el Gobierno amplía el confinamiento a los trabajadores de sectores no esenciales. Ya hace días que España ha superado a China en fallecidos. Las residencias siguen en el ojo del huracán y los sindicatos han llevado a la Conselleria de Sanidad al juzgado por la falta de material, aunque está por ver el recorrido que tendrá la denuncia. Es el marzo más excepcional que se recuerda.

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