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José Luis Ábalos: "El objetivo es no alargar más la prórroga y para ello había que ir a por medidas más drásticas"

El ministro responde a las autonomías que «sacan las castañas del fuego»: «En esta crisis hace falta humildad»

José Luis Ábalos: "El objetivo es no alargar más la prórroga y para ello había que ir a por medidas más drásticas"

El ministro de Transportes atiende telefónicamente a este diario en dos fases en las últimas 48 horas: primero, desde su casa de Madrid, en un breve tránsito entre el último Consejo de Ministros y una nueva cita en la Moncloa; un día después, tras la comparecencia de Pedro Sánchez en la que anuncia un endurecimiento del confinamiento. Este es es el resultado.

¿Siente o ha sentido miedo?

Debo decir que sí, porque hay razones para el miedo, por el entorno próximo y por el impacto social. Uno tiene una responsabilidad pública que te condiciona y te absorbe, y has de hacer frente a una situación de un impacto brutal, que conlleva enfermedad y muerte, pero al mismo tiempo tienes que evitar que golpee en otros ámbitos que lastren nuestro futuro.

¿Miedo por acercarse a la frontera del colapso sanitario?

Obvio. Miedo a la extensión de la epidemia, que puede poner en riesgo el sistema sanitario.

¿Dónde estamos? ¿Cerca del esperado aplanamiento de la curva de contagios?

Esperamos pronto el cambio de evolución. Existe confianza en poder controlar la epidemia, pero soy siempre prudente, porque no hay que generar expectativas que no se cumplan. Cuando pides mucho sacrificio, hay que evitar la decepción. Hay que ser más escrupuloso que nunca.

¿No había otra salida que limitar más las actividades a la vista de la evolución de contagios?

El dilema era difícil: o esto o cerrar algunas actividades. El objetivo es no alargar más la prórroga. A medias tintas ya hemos estado los primeros quince días y había que ir a por medidas más drásticas. Hay que aprovechar la Semana Santa también, cuando se reduce más la movilidad. Cerrar actividades hubiera incrementado el riesgo de cierre de empresas. Los permisos previstos son lo más parecido a unas vacaciones.

¿El permiso retribuido recuperable no es descargar el coste de la decisión en los empresarios?

El coste lo vamos a tener igual. Cerrar actividades también lo tendría. Se trata de concentrarlo y no alargarlo. Ya veremos el resultado, pero es evidente que tenemos que bajar a una movilidad como la de los fines de semana. Eso nos dicen los expertos. No queda otra.

¿Cuáles son las actividades esenciales?

Quitando todo lo sanitario, a ver hasta dónde llega. Mañana (por hoy) se reúne el Consejo de Ministros. La idea es que como un fin de semana. Por tanto, alimentación, la industria que colabora con lo sanitario... Pero la casuística es grande y habrá que ir excepcionando.

¿Están aplicando una estrategia combinada: de protección social sin romper puentes con el tejido económico?

Hay que pensar que el sistema sanitario y social funciona sobre una economía que lo permite, y hay que tener cuidado de no afectar toda nuestra base económica. Hay que medir tiempos y la afectación. Y hay que pensar en el día después, en cómo relanzar la economía.

¿Un debate que también se da en el seno del Gobierno?

Este es un gobierno de coalición, con culturas distintas, no solo por Unidas Podemos, también por los ministros independientes, y discute de todo. Pero no es problema, es enriquecedor. Al final, todos estamos comprometidos en un proyecto.

¿Le parece leal el comportamiento de la oposición?

No tendríamos que hablar de ello, porque no debería distraernos del objetivo principal, que es el único además del que debemos dar cuenta, pero vemos actitudes que habrá tiempo para valorar.

¿Y le parece leal la actitud de las comunidades autónomas, en general?

Hemos visto un caso de emergencia nacional sin experiencia. Eso ha sometido a cuestión nuestro propio modelo de gestión sanitaria, descentralizado absolutamente. Ha hecho falta que Sanidad tuviera el papel de autoridad tras el decreto del estado de alarma y las comunidades deberían estar más interesadas en que funcione que no en señalar las disfunciones.

¿Ha molestado que la Comunitat Valenciana se haya adelantado en la importación por su cuenta de material sanitario?

No. La directriz fue esa. El Ministerio de Transportes ha hecho lo mismo y ha comprado 8 millones de mascarillas. Lo ha hecho superrápido y ya están llegando. Si lo hace Transportes, cómo no lo va a hacer una comunidad que gestiona la sanidad. Se centralizó solo para procurar cierta solidaridad y el aprovisionamiento de quién le faltara, que se viera amparado.

¿Está existiendo esa solidaridad? La vicepresidenta valenciana Mónica Oltra ha dicho: «Las autonomías estamos sacando las castañas del fuego».

Es al contrario, las comunidades tienen un gran desafío: representar el modelo más eficaz. Han de sacar sus propias castañas del fuego. Si la sanidad está tan transferida, han de demostrar que así debe ser. Pero no se resuelve esta crisis solo desde la atención sanitaria. Hemos aprobado la regulación de los ERTE, una medida potentísima que no pueden adoptar las autonomías, o ayudas a familias, o líneas de apoyo para empresas. Mire, lo que hace falta en esta crisis es humildad.

De momento, el Ministerio de Sanidad ha tenido el tropiezo de los test rápidos?

Hay un sector empeñado en señalar siempre el drama y hay cierta satisfacción por estas circunstancias. Digamos que unos trabajan y otros miran qué sale mal. Es una actitud muy inmoral, porque todos podían tener mala suerte. Sanidad recibió muchas ofertas y era receloso, porque no todo es válido. Confiaron en la documentación , pero el material ha sido rechazado y no se paga. Eso sí, se ha perdido un coste de oportunidad.

Después está toda la urgencia de material de protección para sanitarios, residencias y cuerpos de seguridad. ¿El Gobierno se ha visto desbordado?

No olvidemos que hasta el día 14 la provisión correspondía a los departamentos de las comunidades. Ese día se hace cargo el Gobierno sin liberar a las comunidades. Transportes ha sido sensible a Correos, al sector ferroviario, a las tripulaciones aeronáuticas y al transporte privado de mercancías y personas. Vamos a intentar dar protección a todos, sabiendo que la prioridad es sanitaria. Nuestra primera aportación será dar una parte importante del material comprado a Sanidad.

Ya nadie se acuerda de Venezuela o Cataluña. ¿Volverán a la mesa de batalla política de otra manera cuando todo esto pase?

Nos acordamos todos de cuál era la prioridad de la oposición cuando la epidemia estaba presente. Nos acordamos de la magnificación de situaciones frente a problemas importantes. No me olvido y sé que los demás tampoco lo hacen.

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