El regreso del "chico de la tienda"

La venta a domicilio del tendero de mercado se refuerza con el confinamiento de la ciudad

El regreso  del "chico de la tienda"

El regreso del "chico de la tienda"

MOISÉS DOMÍNGUEZ | VALÈNCIA

Pancho, «el chico de la lechería», aún iba por las calles de la Nerja setentera con una bicicleta adaptada para crear un personaje de ficción, pero de su tiempo, en «Verano Azul». Ahora, con medios más sofisticados de desplazamiento y obligados por las circunstancias, los mercaderes se aplican el «si la montaña no va...». Es tiempo de ingenio y necesidad. «Aunque sea para cubrir el expediente. Por no perder dinero». Y esto incluye los sectores que, aparentemente, no lo están pasando tan mal: la compraventa de alimentos.

El Mercado Central, a pesar de su carácter emblemático como espacio de comercio, tiene el problema de la proximidad: está enclavado lejos de las grandes zonas residenciales. Y el confinamiento deja una imagen inusual: sus calles, con puestos cerrados y poco, escaso público consumidor. Una serie de vendedores, que engloban a todo tipo de artículos (carnes, pescados, salazones, gourmet, frutos secos, verduras... la cesta de la compra completa) aprovechan el escaso volumen de trabajo presencial para recuperar la vieja costumbre del servicio a domicilio personal. El «chico de la tienda», que en este caso son tiendas. Internet complementado con el teléfono, que ahora puede atenderse con más facilidad, teniendo en cuenta el desahogo, pone la herramienta.

Entregas el mismo día

«Es un refuerzo del que ya tenemos y lo que pretendemos es mantener el negocio lo mejor posible. Habíamos observado que el servicio a domicilio se estaba saturando», asegura la presidenta de la asociación de vendedores, Merche Puchades. «Estamos consiguiendo hacer las entregas el mismo día o al siguiente». Por el método de la «furgo» propia. «Nos repartimos las entregas con el fin de llegar a más clientes. No importa la distancia si es en la ciudad».

Más de 40 comercios de todo tipo (óptimas, farmacias, alimentación, indumentaria, mercería...) de Comercios del Centro también se han unido para recibir encargos y entregarlos a domicilio. En un tiempo en el que la entrega con procedimiento telemático es una normalidad, combinarlo con el encargo tradicional es una realidad de crisis si no de extrema necesidad. «La otra opción es venir a recogerlo en consigna, con todas las garantías» pero el «chico de la tienda» es «la demostración de que en los momentos difíciles es cuando cada uno saca lo mejor».

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