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José Peligrí: "La solidaridad de los jóvenes con los mayores nos emociona"

«Hay muchas personas, vecinos, que están haciendo la compra y llevando comida a personas mayores que no pueden salir por el coronavirus», explica el Defensor del Mayor, que también lamenta la falta de prevención

José Pelegrí, actual Defensor del Mayor del Ayuntamiento de València. j. p.

Le gustaría que fuera una mujer quien le tomase el relevo en el cargo de Defensor del Mayor, que ejerce desde 2009. «Tenéis una mentalidad distinta, más sensibilidad y visión de futuro que nosotros», afirma José Pelegrí al otro lado del teléfono y desde la reclusión obligada por el estado de alarma. Son días difíciles, que sobrelleva con preocupación pero también con «esperanza e ilusión» tras las innumerables muestras de apoyo que está recibiendo ante una situación de crisis sanitaria global, en la que no ha dejado de leer «todos los días» la prensa, aunque ahora no baje al quiosco («me la traen a casa», explica).

¿Cómo está viviendo estos días con una crisis sanitaria mundial especialmente letal para las personas mayores?

Los mayores estamos viviendo todo esto enclaustrados, pero con mucha esperanza en el futuro. La ilusión por el presente no la tenemos porque hay mucha gente mayor sola, pero confiamos en el futuro porque la gente joven nos está dando un gran ejemplo de solidaridad. Nunca hubiéramos pensado en iniciativas de ayuda espontánea como las que se están poniendo en marcha en la ciudad. Me llama mucha gente para contarme que en su barrio, en sus edificios, hay vecinos, algunos desconocidos, y sobre todo gente joven, que sin pedirlo les lleva un plato de su comida y se ofrecen a hacer la compra e incluso a revisarles el ordenador. A mí me está pasando. No me dejan moverme ni salir a la calle para no caer enfermo... Es como si muchos hubiesen decidido adoptar a un abuelo. La verdad es algo que genera ilusión por el futuro. Hemos luchado mucho durante tantos años y ahora todo esto del coronavirus nos ayuda a ver que algo hemos debido hacer bien porque los jóvenes nos están dando muestra de gran generosidad.

¿Qué inquietudes y necesidades le transmiten las personas mayores?

La soledad es algo muy difícil de sobrellevar y ahora no tenemos más remedio que vivir en soledad, pero es verdad que hay gente buena que nos está quitando años y nos está ilusionando y a la que sería maravilloso poder devolverles lo que nos están dando. Hay muchas muestras de solidaridad y esperanza en el futuro pero indudablemente hay también mucha tristeza. Esta crisis está sacando lo peor en algunas familias, siempre hay alguien que quiere aprovecharse de nuestra situación de vulnerabilidad. El mayor tiende a confiar mucho y esto genera a veces problemas.

¿Qué consejos le daría a la población de mayor edad?

Pues que hay que ser responsables, estar en casa, y no salir a la calle si queremos seguir viviendo. Es difícil para muchos seguir las recomendaciones, porque algunos tiene problemas para conseguir hacer la compra. Son situaciones en las que tenemos que recurrir al círculo de personas cercanas, de amigos, no solo familia. Pueden ser vecinos que ahora que vienen mal dadas nos pueden ayudar. Mi consejo para los mayores es que luchen y que si se sienten aislados busquen a otros mayores, que llamen por teléfono o mantengan la comunicación por los medios a su alcance como «whatsapp». Hay que hacer ver a los mayores que no están solos. Espero que esta crisis sirva para volver la vista a la Familia y ver que los mayores también somos importantes.

¿La actuación del Gobierno le está pareciendo adecuada?

Creo que los políticos deben pensar en nosotros antes de que ocurran las cosas. No hay prevención suficiente. Y los mayores podemos permitirnos el lujo quizás de perder dinero, pero no de perder tiempo. El médico no debe estar solo para hacer recetas, la medicina debe ser preventiva. El coronavirus es algo que ha venido de fuera. Igual si se hubiera podido prevenir más esto se hubiera podido evitar. Los mayores queremos que nos presten atención.

¿Considera suficientes las medidas que ha tomado el Ayuntamiento de València tras el cierre de los centros de día?

Las medidas que se han anunciado, como el «menjar a casa» no son la solución porque es algo que ya estaba y la teleasistencia no funciona todo lo bien que debiera, en parte por culpa de los usuarios que no hacen el uso adecuado y no llevan siempre el aparato encima.

¿Cree que la población en general está siendo responsable con las directrices de aislamiento domiciliario para evitar contagios?

En general sí. La solidaridad se está viendo todo los días. Es triste que tenga que suceder algo así para ver esas muestras de generosidad como las del personal sanitario, los transportistas, las cajeras de los supermercados. En situaciones así tenemos que ayudarnos unos a otros. Yo confío en que esto pase pronto, que encuentren un tratamiento eficaz más allá del paracetamol, y creo que va a ser así porque también hay intereses económicos.

¿Las cifras de mortalidad en algunas residencias de mayores son alarmantes?

Las residencias de ancianos son un almacén de mayores y ahí lógicamente el virus está haciendo mucho daño. Si afecta a personas que viven en sus propias casas en una residencia con tal nivel de concentración de población de riesgo las cifras se disparan. Lo justifican diciendo que muchos de los fallecidos tienen patologías asociadas, pero eso a nuestra edad nos ocurre a todos.Tenemos más teclas que un piano y sabemos que tarde o temprano nos tocará, pero no por eso debemos dejar de seguir luchando.

¿Tiene usted miedo?

Yo no, pero hay gente que tiene pánico a morir. Lo que me genera inquietud es pensar que estamos infectados de una cosa que no sabemos qué repercusiones va a tener. Creo que la prevención es algo fundamental. A todos nos va a tocar morir, tarde o temprano, pero si podemos retrasarlo y tener calidad de vida hay que luchar por eso. Yo solo tengo ganas de que pase esto para seguir trabajando.

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