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Monjas reposteras de Godella se quedan sin ingresos al no vender sus dulces

La comunidad se mantiene con la elaboración de pastas tradicionales y su taller de adornos florales, cuya actividad se ha quedado a cero

Monjas reposteras de Godella se quedan sin ingresos al no vender sus dulces

Desde su llegada a València, la comunidad religiosa Iesu Comunio ha intentado hacerse un hueco en el sector de la repostería con la fabricación de dulces y productos tradicionales de alta calidad. Pastas de mantequilla, pasteles diversos, trufas y otras delicias salían de su obrador. No en vano, este instituto religioso femenino de derecho pontificio, con sede valenciana en un convento de Godella, está formado por unas 75 monjas, la mayoría de las cuales cotiza a la Seguridad Social en régimen de autónoma.

Pero la crisis sanitaria del coronavirus ha paralizado su obrador por falta de encargos y también su taller de elaboración de complementos en flor preservada, en plena temporada de bodas y comuniones. Si bien las religiosas pueden atender pedidos y enviarlos a domicilio, las peticiones se han frenado en seco, y con ellas, los ingresos, por lo que se hace difícil sostener a una comunidad tan grande, según las religiosas.

La situación ha motivado que un grupo de personas externas, relacionadas con el convento, ponga en marcha una iniciativa, a través de mensajes de Whatsapp y correos electrónicos, n los que se piden donativos con un enlace directo del apartado de la web de Iesu Comunio para este tipo de aportaciones. «Agracedemos esta iniciativa. A raíz de ello, hemos recibido muchos mensajes de apoyo. En esta crisis, hay gente que está volviendo sus ojos al Señor y agradece nuestras oraciones»,explican en el convento.

Esta comunidad religiosa es joven, como también lo son sus componentes, ya que fue reconocida por el Vaticano el 8 de diciembre de 2010. Su llegada a la Comunitat Valenciana fue en 2017, cuando las primeras 50 monjas ocuparon el antiguo convento de la Trinidad de Godella, que había estado cuatro años vacío.

En su catálogo, se distinguen las especialidades de dulces (pastas tradicionales, chocolates y membrillo) y postres (fundamentalmente tartas), en repostería. La comunidad siempre ha presumido de la alta calidad de los ingredientes que utiliza. En Navidad, Iesu Comunio hace promociones como los cofres de trufas y en 2019 incluso abrió un pequeño establecimiento temporal en València.

Respecto al «Taller de las Flores», elaboran accesorios tanto para decoración como para ceremonias como bodas y comuniones. Ramos, prendidos y hasta regalos de flor preservada salían del convento por encargo. Esta actividad es posterior a la de la repostería y surgió de la práctica que fueron adquiriendo las hermanas en la ornamentación de su iglesia.

De las 75 religiosas que viven en el convento, excepto las novicias que aún no han hecho sus votos, las demás cotizan como autónomas. De ahí que además de esperar pedidos y agradecer la petición de donativos, ambién las hermanas se estén asesorando sobre las ayudas que las distintas administraciones públicas están anunciando.

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