La Universitat Politècnica de València (UPV) ha liderado el desarrollo de un nuevo ventilador mecánico, listo ya para su rápida producción industrial y que dotará de estos dispositivos a los hospitales para el tratamiento de pacientes críticos afectados con Covid-19. El ventilador se ha diseñado en apenas diez días, ya está validado en el laboratorio y listo para producirse a gran escala cuando se obtenga el permiso de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

"Se trata de un nuevo ventilador mecánico para mantener el ciclo respirartorio en pacientes con Covid-19 en situación crítica", ha explicado esta mañana Javier Saiz, director del Centro de Investigación e Innovación en Bioingeniería (Ci2B) de la UPV y coordinador del equipo que ha desarrollado el ventilador. "El sistema cumple con los requerimientos médicos necesarios para teste tipo de pacientes, y permite su ajuste a las características de cada paciente de una forma sencilla. El personal sanitario puede seleccionar el volumen de aire y la frecuencia del ciclo respiratorio, entre otros paramentros. Además, cuenta con diferentes alarmas que permiten el adecuado control de este tipo de pacientes". Según ha adelantado Saiz, podría utilizarse como solución de emergiencia en aquellas situaciones en las que no fuera posible usar el respirador comercial".

La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) y el Clúster de Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA), están coordinando a varias firmas dispuestas a llevar a cabo la producción en serie de los equipos.

Junto al equipo de la UPV, han participado investigadores del Instituto de Biomecánica (IBV) y el Instituto Tecnológico AIDIMME. Además, en el desarrollo del nuevo ventilador también han colaborado expertos en tecnología de ventilación mecánica respiratoria como los doctores Daniel Navajas y Ramón Farré, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (Ciberes)-Universitat de Barcelona, y el doctor Rafael Badenes, miembro del Grupo de Investigación en Anestesia del Instituto de Investigación Sanitaria (Incliva) del Hospital Clínico de València

Tal como explica Javier Saiz, la insuficiencia respiratoria es uno de los síntomas asociados con COVID-19 y se estima que entre un 3 y un 7%% de los infectados con el virus requerirán sistemas de ventilación mecánica. "Con la incidencia de esta pandemia, nuestro sistema sanitario puede verse desbordado. Nuestro trabajo quiere contribuir a aumentar el número de ventiladores disponibles en nuestros hospitales", subraya Saiz. El equipo, recordó, ya está validado en el laboratorio y listo para producirse a gran escala, cuando se obtenga el permiso de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, algo que esperan que se produzca en pocos días.

Desarrollado en solo diez días

El ventilador se ha desarrollado en tan solo 10 días. Consiste en un dispositivo electro-mecánico controlado que mantendrá el ciclo respiratorio en pacientes críticos. Destaca, según sus diseñadores, por su simplicidad, fácil manejo y reducido tamaño. "Además, su diseño facilita a las empresas una fabricación rápida y sencilla", afirma Carlos Atienza, director de innovación de Tecnología Sanitaria del (IBV) y coordinador del desarrollo mecánico del ventilador.

El diseño y fabricación de los dos primeros prototipos fue realizada en tiempo récord, cinco días, por el equipo técnico del IBV formado por José Navarro, Fernando Molla y Daniel Gómez y del Ci2B, Julio Gomis-Tena y Alberto Hernández, con la colaboración de profesores del departamento de Ingeniería Mecánica y de Materiales (DIMM) de la UPV, dirigido por Eugenio Giner.

El sistema permitirá al personal sanitario controlar la frecuencia del ciclo respiratorio, el volumen de aire y la presión. Además, dispone de diferentes sensores y alarmas que ayudan al adecuado control de la respiración de los pacientes. A juicio de los expertos del proyecto "cumple perfectamente los requerimientos para el mantenimiento de la respiración de un paciente crítico", remarca Javier Saiz.

Para su validación, el equipo coordinado por la UPV ha contado con la colaboración del Hospital Virtual de la Universidad Católica de Valencia, que cedió un simulador capaz de reproducir las condiciones fisiológicas de un paciente con COVID-19 (ASL 5000 de la empresa Medical Simulator).

Producción a gran escala

Tras su validación en los laboratorios de la Ciudad Politécnica de la Innovación, parque científico de la UPV, un gran número de empresas han mostrado ya su predisposición para pasar su producción a gran escala.

Así, la UPV cuenta ya con la colaboración de diferentes firmas valencianas del sector de automoción como Agfra, CLR, Itera, Sinfinity, NUTAi e IT8, así como del sector metalmecánico y otros sectores, como Factor, Rodytrans, Celestica que están aportando su conocimiento en procesos de fabricación, selección de materiales y preparación de la cadena de suministro, para finalmente proceder a su fabricación y montaje a escala industrial, a los que se le suman otras empresas que han manifestado su interés en participar como Power Electronics o Irtechnoloy, entre otras

La iniciativa se puso en marcha gracias a la iniciativa de los ingenieros de la Universitat Politècnica de València, Guillermo Vilariño, del Centro de Biomateriales e Ingeniería Tisular; Javier Martínez, del Instituto de Ingeniería Energética; Fernando J. García-Diego, del departamento de Física Aplicada y el propio Javier Saiz.