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Concentración de poder en el Palau

Presidencia centraliza el operativo frente al virus bajo la premisa de que "toda la Generalitat es Conselleria de Sanidad ahora"

Oltra, Barceló y Puig, en la videoconferencia, ayer, con los síndics de los grupos parlamentarios. gva

«Toda la Generalitat es ahora Conselleria de Sanidad». La frase circula desde hace días por el Palau presidencial para ilustrar la dedicación absoluta de todos los departamentos del Ejecutivo a la lucha contra el coronavirus. El estado de alarma y los sucesivos decretos de confinamiento han contribuido a que la única actividad que quede en pie sea la vinculada a la pandemia y sus efectos. Y al frente del operativo está Ximo Puig, encargado de dar la cara ante la opinión pública y de poner todos los recursos autonómicos al servicio del operativo.

No es sorpresa la hiperactividad de Puig en casos de crisis (se ha visto en la DANA y en el temporal Gloria): prefiere la sobreexposición y el riesgo de errores a una crítica por haberse escondido en tiempos difíciles. Ahora ejerce de una especie de superconseller desde el Palau.

Al margen de él y de la titular de Sanidad, Ana Barceló, que comparece cada día (incluidos fines de semana) para ofrecer los datos de la evolución de la enfermedad, y del de Política Territorial, Arcadi España, que ha unido a sus funciones la ya frecuentada de mano derecha del president, el resto de miembros del Consell se mantienen en un perfil más bajo. Unos más que otros, señalan en privado altos cargos del Ejecutivo.

El centro de operaciones está en la sede presidencial. La dinámica fue más transparente que nunca el pasado lunes. Puig se reunió ese día primero con la recién nombrada comisionada para la coordinación de suministros frente al virus,María José Mira, y el equipo de responsables de distintos departamentos que se ocupan de esta función. Luego lo hizo con altos cargos de Sanidad (las directoras generales de Asistencia Sanitaria y Recursos Humanos) y, más tarde, con los responsables sanitarios y de otros ámbitos encargados de los hospitales de campaña y de habilitar espacios para evitar un colapso del sistema. Todo en una mañana.

La consellera se ocupa de la evolución de la epidemia, así como de la situación de camas y recursos humanos para hacerle frente. Pero la mirada global de todo el operativo previsto para que las costuras del sistema no estallen está en Presidencia, como ya sucedió en el último temporal.

Así, la gestión para incorporar a médicos cubanos como posible equipo de relevo de sanitarios valencianos (está por ver si fructifica) se hizo directamente por Puig y su equipo más cercano.

De la misma manera, la importación desde China de material de protección sanitaria en diferentes vuelos se ha coordinado en Presidencia, con un equipo de responsables de distintos departamentos. De esta manera, fueron cargos del Palau quienes se desplazaron la semana pasada hasta el almacén sanitario en el extrarradio de València para comandar el reparto en distintos centros de los suministros del primer avión. El estado de alarma también se aplica, en su escala, en la Generalitat.

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