Un vecino dio la voz de alarma. Una persona se hallaba acurruada e inmóvil en la cala de la Llobella de Benissa. El vecino lo vio desde su casa. Acudieron agentes de la Policía Local y los bomberos. El hombre era un indigente francés que, según balbuceó él mismo (apenas tenía fuerzas para hablar y ni siquiera chapurreaba el español), había llegado hacía 15 ó 20 días en autobús a la Marina Alta. Luego se refugió en esta apartada cala. Llevaba días sin comer ni beber. Los bomberos le dieron agua. Estaba deshidratado. También le proporcionaron una mascarilla. El sintecho se recuperó un poco, pero seguía muy débil. Una ambulancia de SVB lo llevó al hospital de Dénia.