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Más de 100.000 bolsas semanales para evitar contagios en lavanderías

Las bolsas hidrosolubles de la empresa Green Cycles se utilizan en hospitales y residencias para lavar la ropa de los positivos en Covid-19 sin manipularlas - Han recurrido a tres subcontratas para asumir el volumen de pedidos

Más de 100.000 bolsas semanales para evitar contagios en lavanderías

Las consecuencias económicas que ya son plausibles durante la crisis sanitaria de la Covid-19 no afectarán a todas las empresas por igual. De hecho, en según qué sectores el volumen de producción y venta se ha disparado, como es el caso de Green Cycles, empresa con sede en Rafelbunyol que de entre toda la gama de productos que ofrecen, uno se ha convertido en imprescindible desde que el coronavirus llegara a España. Sus bolsas de plástico hidrosoluble se utilizan en hospitales y residencias de mayores para evitar el máximo contacto posible con los pijamas y batas que utilizan los casos positivos en Covid-19, y cada semana están fabricando 100.000 ejemplares.

La alta tasa de contagio del virus hace imprescindible evitar la manipulación de cualquier objeto que haya estado en contacto con una persona infectada, por lo que una vez se depositan las prendas de ropa en estas bolsas, no vuelven a tocarse hasta que salen limpias de las lavadoras industriales.

El plástico que esta empresa genera se diluye en el agua y es biodegradable, compostable y no tóxico y en estos momentos, los técnicos y operarios están «desbordados de trabajo», en palabras del responsable de producción, Félix González. «Enviamos palés cada día a la mayoría de hospitales valencianos y a las residencias. Las bolsas que fabricamos llevan una cinta pegada a la soldadura; se arranca y se cierra automáticamente. Llega a la lavandería, se mete en la máquina y desaparece la bolsa sin dejar ningún tipo de residuo. La ropa sale limpia y desinfectada», explica González.

La demanda se ha disparado en las últimas semanas, desde que los primeros enfermos empezaron a llegar a los hospitales. La empresa ha tenido que recurrir a tres subcontratas para hacer el corte de los tubos para fabricar las bolsas. «Nos ha sobrepasado la situación, nuestras capacidades están reducidas y estamos en búsqueda activa de financiación para poder ampliar la producción», reconoce González.

Desde que comenzó la crisis llevan fabricadas cerca de 300.000 bolsas hidrosolubles, 100.000 a la semana. Para ello, han necesitado ampliar la plantilla de operarios y están buscando perfiles técnicos. Son una veintena de profesionales, pero durante esta etapa son insuficientes ya que hasta ahora solo producían un tercio de las bolsas que están fabricando estos días. Antes se podía elegir entre rojas y transparentes, para determinar qué ropa podría ser infecciosa y cuál no, pero ahora se utilizan indiscriminadamente los dos tipos.

Hasta ahora, la producción era estable porque en los centros hospitalarios ya se utilizaban en las planta de enfermedades infecciosas. «Trabajábamos para muchos hospitales, era una parte importante, pero no como ahora», explica el responsable. «Fue una explosión: al principio solo eran pedidos de centros hospitalarios de España, por toda la geografía, pero ya estamos trabajando con hospitales de Francia, Alemania e Inglaterra», explica, sin revelar los nombres por tratarse de contratos con cláusulas de confidencialidad.

Con este pico en la producción, esperan fidelizar los nuevos clientes que están requiriendo sus servicios. Además de bolsas, también producen bolsas de dosificación de pigmentos, que se utilizan, por ejemplo, en las pastillas de detergente de las lavadoras; pelotas de gold, soportes para producir objetos en impresoras 3D, envases, carcasas pirotécnicas, cartuchos de caza o urnas funerarias.

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