La directiva de la banda de tambores, bombos y timbales de la Junta de Hermandades y Cofradías (JHHCC) de Alzira ha animado, «a pesar de los momentos tan delicados que estamos viviendo», a celebrar de manera ruidosa la Semana Santa desde los balcones de cada vivienda. El objetivo es conmemorar a golpe de tambor los actos más significativos que el calendario católico reserva a la Pasión y Muerte de Cristo. A semejanza de lo que hicieron los músicos durante los días grandes de las Fallas, los cofrades harán sonar sus instrumentos desde el Viernes de Dolores al Domingo de resurreción.

El programa de actos de la Semana Santa alcireña, declarada de Interés Turístico Nacional, tuvo que ser suspendido al decretarse el Estado de Alarma. Los desfiles multitudinarios, los tradicionales Encuentros o los espectaculares doseles no podrán verse este año. Tampoco la procesión general del Santo Entierro por segundo año consecutivo, ya que la del año pasado también tuvo que suspenderse por la lluvia, pero los integrantes de las bandas de tambores tratarán de que el espíritu de estas conmemoraciones, tan masivas en Alzira como las Fallas, se deje sentir en la calle.

El Viernes de Dolors comenzarán a sonar los tambores a golpe de redoble desde los balcones «para seguir demostrando cual es nuestra pasión y poder disfrutar, al máximo posible, cada acto de esta semana gloriosa», ha anunciado el presidente de la JHHCC, Vicente Fábregues. «Este año todos saldremos a cada acto, Alzira será una desde el primero hasta el último día y desde el primero hasta el último golpe de tambor», añade. Esta particular Semana Santa ruidosa concluirá el día 12, Domingo de Resurrección, a las doce del mediodía, haciendo sonar los tambores «con más ganas que nunca para combatir con unión al coronavirus y hacer que las calles de Alzira vibren con los tambores lo más pronto posible», subraya Fábregues.