Con mucha cautela pero, cada día que pasa, los datos parecen corroborar que el avance de la pandemia de coronavirus en la Comunitat Valenciana está estabilizándose, acercando el tan deseado pico y el inicio de la bajada de nuevos contagios. Los datos ofrecidos ayer de las últimas 24 horas -desde el martes al miércoles por la tarde- invitaban al optimismo: un 80 % de aumento en altas, la primera vez que baja la cifra global de hospitalizados y un tenue incremento de personas en UCI.
Así, las cifras de ayer dejan 386 nuevos contagios (28 menos que un día antes); 2.175 ingresados por la enfermedad covid-19 (14 personas menos que un día antes) y 379 en las UCI, catorce más, un incremento del 3,8 %. Hay 443 fallecidos tras sumar otras 48 muertes, dos personas fallecidas cada hora por la covid-19.
«Llevamos ya varios días donde parece que va estabilizándose algo porque ya no hay saltos cualitativos importantes como a principios de semana y lo estamos notando en la presión en Urgencias de los hospitales», apuntó ayer la consellera Ana Barceló que, sin embargo, mantuvo la cautela sobre la evolución de la pandemia.
Con todo, y pese a que la tendencia ya parece estar marcada, ayer fueron varias las voces de expertos -incluido el grupo de investigación matemática de la Universitat Politècnica de València MUNQU -que recordaron que estabilización de contagios y entrar en la meseta de la curva no es bajada, y mucho menos en algunos de los parámetros que más preocupan como el de pacientes graves que van a necesitar ingreso en UCI y que aún debe registrar un repunte importante en los próximos días y, por supuesto, en fallecimientos, que siguen aumentando en un porcentaje aún de dos cifras.
Actualmente las UCI de los hospitales valencianos están a un 69,8 % de su capacidad y quedarían 254 camas libres, según apuntó ayer Barceló, y aún se podría crecer más. Todo indica que será necesario. Los expertos de la UPV aseguran que ese pico de necesidades en las UCI valencianas llegaría para el 8 de abril y que el volumen de pacientes graves rondaría los 450,71 personas más en una semana. En el total del país y según sus proyecciones, llegaría un día después con 8.500 personas en alguna unidad de críticos.
Para el presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Rafael Ortí, el pico de ingresos en UCI podría adelantarse algo y darse a finales de esta semana pero, una vez más, «habrá que esperar». Ortí recordó que, como se había advertido, «una cosa es la curva de contagios y otra, las curvas que venían después», las de ingresados, graves y fallecidos «con un decalaje de incluso 15 días entre ellas». Además, Ortí incidió en que había que tener en cuenta que tanto en ingresos como en entrada en UCI el efecto era acumulativo «porque estamos hablando de ingresos de 10 o 20 días».
Con estas previsiones sobre la mesa, la consellera insistió en que todo el trabajo que se había hecho hasta ahora para los hospitales de campaña -en el de La Fe y el de Castelló empezaron ayer a levantar las tiendas- se debía mantener, al igual que la compra de material como respiradores para las nuevas camas UCI que se creen y la previsión de tener recursos humanos suficientes a través de bolsas alternativas o de contactos con otras sanidades, incluso extranjeras.
Hospitales a varias velocidades
El inicio de esa estabilización en la pandemia se dejaba notar ayer de forma desigual en los diferentes departamentos de salud y en sus hospitales de referencia. En algunos como el Hospital Clínico de València, Manises, Arnau de Vilanova, la Vila, sí se estaba notando una menor afluencia de personas con patología respiratoria a través de Urgencias. En el Doctor Peset, por ejemplo, el porcentaje de casos confirmados diarios estaba bajando de forma gradual desde hace varios días. En otros, esta presión, sin embargo se mantenía de forma más o menos intensa. En todos los hospitales, por otra parte, llevan varias semanas recibiendo muchos menos pacientes de otras patologías en Urgencias. Al principio de la crisis sanitaria, de hecho, las urgencias bajaron a un tercio de su actividad normal.
Desde los sindicatos también advirtieron que se debía mantener la tensión, ya que la presión asistencial sobre la sanidad valenciana «acaba de empezar y aún quedan días e incluso semanas», según apuntó Rosa Atiénzar, secretaria general de la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras.
