Los casos leves de la enfermedad covid-19 hace tiempo que dejaron de contar para las autoridades: no había test suficientes ni recursos humanos para hacer pruebas a personas que, con siendo positivo o quedándose con la incertidumbre de serlo, debían seguir las mismas pautas de aislamiento domiciliario durante 14 días. Han quedado fuera del radar, pero son los que verdaderamente dan idea de hasta dónde llegan los contagios por el coronavirus SARS-CoV-2, siete millones de personas en España para los expertos del Imperial College de London.

Sin pruebas y sin estar contabilizados en las gráficas, los casos leves parecen no existir, como las grandes masas de hielo que hay bajo los icebergs. Pero ahí están. Mientras los hospitales están intentando prepararse para el choque con la punta del iceberg, ese 20 % de infectados que necesita atención hospitalaria y el 5 % que serán críticos, la Atención Primaria y los médicos de Familia son los que están conteniendo la gran masa de hielo bajo el agua, los casos leves que, según las estimaciones son el 80 % de personas que se contagian con el coronavirus.

«Ha cambiado todo. Yo llevo unos diez días que casi todos los pacientes que veo son de coronavirus. El 80 % del tiempo lo paso atendiendo a posibles casos o haciendo seguimiento y el otro 20 % dando bajas». Es el testimonio de Gonzalo, médico de Familia de un gran centro de salud de la ciudad de València. Su día a día es el mismo que refieren muchos compañeros. La pandemia ha obligado a concentrar recursos, anular citas, dejar todo lo que no sea urgente para más adelante ante la avalancha de casos en hospitales y de pacientes críticos en las UCI. Y también ha puesto patas arriba la dinámica de los centros de salud.

Las visitas presenciales se cuentan con los dedos de una mano y se ha impuesto la lógica de la visita telefónica, incluso de la telemedicina, aunque los profesionales aseguran que en estos días no ven más patología que posibles casos de coronavirus. «Parece que el resto de enfermedades han desaparecido. Los pacientes están siendo muy responsables», aseguran. Y más desde que se ha habilitado la web de la Conselleria de Sanidad con un pequeño test que aclara si los síntomas que se tienen pueden ser a causa del coronavirus y gestiona una cita telefónica de forma automática. Esta forma de acceder al sistema sanitario y no a través del número 900 300 555 -durante muchos días saturado- ha hecho que los pacientes que llegan «virtualmente» a los centros de salud «estén ya filtrados. Ahora los que llegan a través de la web tienen todos 'fundamento' no es lo mismo que pasaba con los que nos remitían desde el teléfono. Todos tienen patología respiratoria o picos de fiebre», reconoce Mercedes, médico de Familia en un pequeño consultorio auxiliar de València.

Preguntas telefónicas

Conforme llegan los listados, la dinámica marca hacer una primera entrevista para calificar el estado del paciente. Las preguntas se repiten: ¿hay fatiga al caminar o al estar parado? ¿le cuesta respirar al hablar? ¿tiene tos o fiebre alta? Así hasta diez preguntas. Además del estado general, los médicos de Primaria valoran si, aunque sean casos leves, hay que hacer una prueba, algo «esencial» si se está ante personal de riesgo como ancianos, o profesionales de servicios esenciales como sanitarios aunque también se quejan de que los resultados no llegan siempre a tiempo.

«Están tardando una semana, incluso en personas que ya están ingresadas», asegura Gonzalo. Desde la Conselleria de Sanidad mantienen que se hacen unos 1.200 pruebas al día y que, en ciertos casos, sí está habiendo retrasos puntuales. Con prueba o sin ella, si hay sospecha de que es la covid-19 a todos se les marca un aislamiento domiciliario -separado del resto de miembros de la familia a poder ser- y tratamiento sintomático para la fiebre. Los médicos se encargan de hacer un seguimiento telefónico cada dos días. En casi todos los casos, los síntomas son leves y remiten pronto. «No he tenido que derivar en estos días a ningún paciente al hospital. En general, todos lo han pasado con síntomas leves o moderados, con algún pico de fiebre y tos pero poco más», asegura Mercedes.

Son muchos los que están llamando a los centros de salud pero muchos los que habrán pasado la enfermedad sin ser conscientes. Solo cuando la pandemia pase y se generalice la búsqueda de anticuerpos en las analíticas generales se podrá saber su alcance real.