La crisis del coronavirus y las medidas de confinamiento han acrecentado los problemas de las familias más vulnerables. Vivir encerrados en espacios reducidos o incluso en una habitación en viviendas compartidas es un ejemplo. También está provocando un crecimiento en la brecha digital para aquellos que ya de por sí tienen difícil acceder a conexión a internet por que no pueden pagarla. La situación se agrava cuando los centros escolares ofrecen clases y material online al que niños y niñas con falta de recursos no pueden acceder.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Bellreguard, a través de su departamento de Participación, ha puesto en marcha una campaña para que vecinos y vecinas que sí tienen conexión a internet la compartan vía wifi con sus vecinos que sí pueden. Desde el consistorio apelan a la solidaridad que en estos días está saliendo a la luz de muchas formas para que todos puedan disponer de una herramienta que también sirve para pasar las horas de confinamiento de una forma más entretenida, toda vez que internet es una ventana a través de la que ver el mundo y estar al día de toda la información al minuto.

El alcalde, Àlex Ruiz, explica que la propuesta es que aquellos que quieran ceder su conexión pueden hacerlo entregando la contraseña al vecino al que quiera pasarlo. «Esto es mejor que abrir el wifi, porque es más seguro». Además, cabe destacar que en el momento que quiera dejar de compartir la conexión bastará con cambiar la clave para que nadie más pueda acceder a la conexión.

Bellreguard ofrece wifi público pero, como es lógico, la conexión no llega a todas las casas. Para acceder a esta red, los vecinos y vecinas deben registrarse mediante un procedimiento administrativo reglado. Pues como explica Ruiz, "hemos suavizado este trámite para que los interesados puedan acceder de forma más rápida a la conexión». Ahora, con solo remitir un correo electrónico, el usuario recibe la contraseña y ya puede empezar a navegar.