El Ayuntamiento de València ha dado luz verde al que podría ser el primer ERTE en una empresa pública valenciana. El gobierno municipal ha autorizado a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València a iniciar formalmente negociaciones con todos los sindicatos con representación en la empresa para acordar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que permita hacer frente a la caída de viajeros de más del 90% a causa de las limitaciones de movimiento durante el estado de alarma. Se calcula que las pérdidas son de tres millones de euros.

La EMT cuenta en la actualidad con una plantilla total formada por 1.700 personas, de las 1.300 son conductores. Entre jubilaciones parciales y otras situaciones, en activo hay 1.218 conductores.

Después de la predisposición de los representantes sindicales a estudiar y negociar un ERTE, la Comisión de Seguimiento de la COVID-19 del Ayuntamiento (entre los que están el alcalde Joan Ribó y los vicealcaldes Sandra Gómez y Sergi Campillo) ha apelado a la responsabilidad de todas las partes para encontrar una solución conjunta que permita reducir el impacto económico de la crisis sanitaria y garantizar el futuro de la empresa, la seguridad y la salud de toda la plantilla.

Reducción de actividad

Con el estado de alarma decretado por el gobierno central, la EMT se ha visto obligada a reducir su servicio en un 45% -respecto a un día laborable- y adaptar su oferta a la de un domingo o día festivo. Teniendo en cuenta la reducción del servicio y la caída de la demanda, en abril el impacto de la crisis sanitaria y las medidas de confinamiento será de unos tres millones de euros, según las proyecciones realizadas por la empresa municipal.

«En otras ciudades españolas como Sevilla, Málaga o Valladolid ya se han anunciado medidas similares en las propias empresas municipales de transporte», justificó el consistorio.

Por su parte, el Comité de Empresa de EMT València aseguró ayer en un comunicado que los trabajadores están dispuestos a negociar la aplicación de un ERTE siempre y cuando reúna una serie de condicionantes, aunque básicamente se niegan a perder salario y vacaciones

En el primer punto aceptan el «estudio y negociación del ERTE, si está bonificado al 100% de los conceptos fijos de nómina (salario base, prima fija y antigüedad), de forma voluntaria y rotativo durante el periodo de alarma decretado por el gobierno, para toda la plantilla de nuestra empresa.»

Los trabajadores exigen que el ERTE «no disminuya el disfrute de las vacaciones anuales ni el abono íntegro de las pagas extraordinarias, y que tampoco afecte al disfrute de los días de convenio». Tampoco que no genere «pérdida del escalafón, ni de antigüedad en la empresa».