Es una de las grandes esperanzas de medalla del deporte valenciano en los Juegos Paralímpicos.Campeón de Europa de lanzamiento de jabalina en 2018, subcampeón del mundo en Dubai en 2019, Héctor Cabrera (Oliva, 1994), ha visto cómo la crisis de la covid-19 obliga a aplazar, al menos un año, sus planes. Sin embargo, nada detiene su carácter optimista por naturaleza: «He tenido la suerte de que el Comité Paralímpico me ha cedido material, como unas barras y unas pesas. Con la ayuda de mi padre y un poco de maña, hemos hecho un soporte para las pesas. También he podido adquirir por Internet unas pelotas y unas gomas. Con este material puedo entrenar todo el año, así que puede durar el confinamiento todo lo que quiera».
Cabrera asegura estar «llevando bastante bien» el cambio de rutinas: «Tengo la suerte de estar en casa de mis padres y trato de ayudarles en sus tareas. Tengo un jardín que me deja hacer un poco de todo. La verdad es el que el tiempo se me pasa bastante rápido». Con todas las competiciones paradas, el lanzador, que padece el síndrome de Stargardt y al que le queda un 5% de visión, aprovecha todo el ancho tiempo disponible en el confinamiento para mejorar sus aspectos «más débiles», como «la flexibilidad».
El aplazamiento de los Juegos Paralímpicos de Tokio para el año que viene lo ha encajado con naturalidad. Llegaba en muy buena forma hacia el verano, pero «vamos a tomarnos el trabajo de preparación con más tranquilidad, porque se desconocen las fechas y las competiciones». Cabrera, que recibe el apoyo decisivo del mecenazgo del Proyecto FER impulsado por el empresario Juan Roig, tiene claro que «el objetivo sigue en mente, Tokio sigue siendo una realidad. «Estoy a la espera de que el Comité Paralímpico me informe de si habrá nuevos criterios o si las marcas que ya teníamos nos sirven para Tokio. Esperemos que sí que valgan y que todo vaya hacia adelante»
Estudiante de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Cabrera anima a todos a tomar ejemplo y cumplir con disciplina atlética el confinamiento: «Quedaos en casa. Pronto todo esto pasará y juntos lo podremos superar».
